Hace apenas unos días, Urbanismo concedía licencia a la Junta de Andalucía para reformar el edificio de los antiguos juzgados, en Vallellano, dando así posibilidad a que un espacio en desuso desde finales del 2018 vuelva a la vida. También hace poco tiempo volvía a tener actividad un edificio histórico, la antigua Escuela de Agrónomos, desafectada de su uso universitario y vacía desde el año 1997. Aunque solo en una parte del extenso campus, el espacio acoge ya a estudiantes de FP con el objetivo de ocupar el 100% una vez el proyecto culmine. Podría decirse que son casos distintos, ya que Agrónomos, con su imponente torre como clave visual del imaginario colectivo, llevaba mucho más tiempo cogiendo polvo. Aún así, ambos espacios han cogido carrerilla para desaparecer del mapa de edificios sin uso que se dibuja en esta ciudad y que no es pequeño.

Regina. Uno de los proyectos con más retrasos. FRANCISCO GONZÁLEZ

El desierto del séptimo arte

Durante los años 80 y 90 no eran pocas las salas de cine de la ciudad. Alejadas del concepto actual de macrosalas y salpicadas por distintos barrios, estas salas componían un muy que destacado escenario para disfrutar del séptimo arte en Córdoba. Ahora, no queda ninguna. Unos de los cines de barrio que cerraron primero fueron los cines Almirante, en el Parque Figueroa. Abrió a finales del 1972 y no puede decirse que tuviera una trayectoria larga. Dejaron de proyectar en 1987 y, desde entonces, el edificio permanece ajeno a la actividad. Entre los proyectos planteados para volver a ocuparlo destaca un hotel para mayores del que nunca más se supo.

20 años después cerraron los cines Isabel La Católica, que siguen vacíos. Este mítico edificio es propiedad del grupo Alfil, que lo puso en venta hace un año escaso. Ha habido ofertas, pero ninguna ha llegado a concretarse. Se habló incluso de que llegara a acoger una discoteca, pero tal y como salió el tema, desapareció. Destacado fue el incendio que calcinó todas sus butacas en el 2017. Otra sala de cine cerrada y vacía, pero con visos de poder recuperar la actividad, son los cines Alkázar. Estos cerraron en el 2011 y en el 2019 los adquirió el Grupo Barea. La constructora tanteó algunos usos como un parking o un supermercado, pero llegó el coronavirus y frenó los posibles proyectos, ahora en stand by.

Camping. Todo apunta a que su inactividad se alargará durante años.  FRANCISCO GONZÁLEZ

Antiguo Urende del Aeropuerto

Uno de los edificios privados sin uso de mayor tamaño es el que acogía el Urende de la avenida del Aeropuerto. Urende, del grupo Sánchez Ramade, llegó a ser la primera cadena de electrodomésticos de España, pero la crisis económica azotó a la compañía. En enero del 2013 abrió por última vez. Puede que la situación cambie dentro de poco, teniendo en cuenta el interés de la cadena de supermercados Lidl por abrir una tienda en este espacio. La empresa ya afirmó en su momento que lo estaba valorando, y no se puede olvidar que se trata de una zona en clara expansión en la ciudad.

El antiguo Urende está cerrado desde 2013 y Lidl se ha interesado por abrir allí uno de sus supermercados. FRANCISCO GONZÁLEZ

Pósito de La Corredera

Este histórico espacio que antaño se utilizaba para el aprovisionamiento de grano está completamente en ruinas. Se sitúa en el testero sureste de la plaza de la Corredera y sobre él se ha escrito mucho en los últimos años. Han sido solo palabras, porque a pesar de que hubo proyectos que parecían ir por buen camino, de todos ellos nada más se supo. A principios de los años 2000 se habló de la posibilidad de que acogiera el denominado Centro de las Letras. Sin embargo, la propuesta que sonó más fuerte y para la que se llegó a visitar el imponente espacio tenía que ver con un uso comercial. Los Presupuestos Generales del Estado llegaron a acoger una partida de más de 900.000 euros en el 2015 que un año después rozaba los dos millones. Con José Antonio Nieto como alcalde se habló de un espacio gastronómico, mientras que durante el mandato de Isabel Ambrosio se hablaba de un mercado gourmet. Ni uno ni otro, el Pósito sigue esperando.

La Pérgola de los jardines del Duque de Rivas podría acoger en un futuro a la Delegación de Turismo. FRANCISCO GONZÁLEZ

Antiguo convento de Regina

Otro espacio histórico del que se habló mucho, pero que sigue estando vacío. El antiguo convento de Regina ha pasado por tantas vicisitudes que cualquier giro de guion ya no resultaría extraño. Este BIC data del año 1499 y, además de convento e iglesia, también fue hospicio, parte de la escuela de Veterinaria e incluso llegó a ser usado como cuartel de la Guardia Civil. Hay trabajos que se han llevado a cabo en el mismo a cargo del ya conocido Plan Turístico de Grandes Ciudades, el objetivo era convertirlo en doble museo, uno dedicado a las cuatro culturas y otro a las cofradías. Las obras nunca se terminaron, aunque se llegaron a reactivar el año pasado. El Ayuntamiento incluso se ha visto obligado a devolver dinero (más de medio millón con intereses) por no cumplir con lo establecido, aunque el equipo de gobierno actual asegura que el proyecto de restauración se llevará a cabo con fondos propios.

Pérgola, jardines Duque de Rivas

La Pérgola, situada en los jardines del Duque de Rivas, ha tenido muchas idas y venidas, cierres y aperturas, durante los últimos años. Ahora mismo está sin uso y en bastante mal estado. Este conjunto arquitectónico data de los años 30 del siglo pasado y se usaba como espacio de esparcimiento, llegando incluso a acoger casetas cuando la feria se celebraba en la Victoria. A principios de los 2000 el Ayuntamiento lo rehabilita y empieza a cederlo a terceros para su explotación. En un principio el objetivo era que las empresas instaladas potenciaran la cultura desde un espacio privilegiado, pero también se usó como un simple bar de copas. La última concesionaria debe más de 100.000 euros y el último proyecto conocido habla de establecer en la Pérgola la Delegación de Turismo y que la sede actual de ésta, en la calle Rey Heredia, se ceda para abrir un espacio dedicado a las denominaciones de origen.

Campìng municipal de El Brillante

El camping municipal de El Brillante no es, ni mucho menos, el edificio vacío de Córdoba que más años lleve cerrado. Cesó por completo su actividad durante el primer estado de alarma decretado por el coronavirus, es decir, en el primer trimestre del año pasado. Sin embargo, la viabilidad del mismo ya estaba muy tocada. Durante su época dorada era uno de los pocos campings de España que estuviera tan cerca del núcleo urbano de una ciudad y llegó a tener muchísimo éxito. Sin embargo, no salió indemne del paso de los años. El camping no ha llegado a adaptarse a la normativa de la Junta de Andalucía, cuya fecha límite era enero de este año. Sacarlo a licitación ahora es imposible. La razón, el tramo de la ronda Norte que tiene que construir la Junta lo va a atravesar por la piscina y sin piscina, es complicado que un camping consiga más de dos estrellas. Además, no se sabe todavía el espacio que quedará libre una vez concluya ese proyecto. El actual equipo de gobierno ha hablado de destinar ese espacio al turismo de naturaleza, centrado especialmente en los usuarios de bicicletas de montaña. En cualquier caso, este proyecto no está ni mucho menos cerrado y todo apunta a que el camping permanecerá varios años cerrado.

Escuela infantil Félix Ortega

La escuela infantil municipal Félix Ortega cerró sus puertas en el año 2013 tras más de 50 años de educación pública. Todavía sigue cerrada, pero se trata de uno de los pocos edificios que componen esta lista que tiene visos de cambiar pronto su situación. Propiedad de Vimcorsa, para esta antigua escuela existe un proyecto sólido que levantará en su interior 24 apartamentos para personas mayores.

Antiguo mercado del Alcázar

Con este espacio municipal ocurre con lo mismo que con el anterior, todo apunta a que el proyecto dibujado para el mismo saldrá adelante (siempre con la cautela que compete a estos asuntos). El Ayuntamiento tiene previsto invertir más de medio millón de euros para que el edificio recupere su fisionomía de los años 50 con el objetivo de abrirlo como centro cívico. Cerró como mercado en el año 2006 y en un primer momento se cedió al CSIC para establecer allí la sede del IESA, que está justo enfrente. Sin embargo, el IESA renunció al edificio en el 2018 ya que tuvo que llegar a proponer dos modificaciones del PGOU y después de que vecinos y colectivos se opusieran a una obra que preveía demoler directamente el mercado. Los vecinos reclamaron que se hiciera un centro cívico y ese parece ser el destino del antiguo mercado.

Quioscos municipales

Aunque puedan parecer espacios menores, los quioscos municipales no dejan de ser edificios abandonados que degradan la imagen de la ciudad. El ejemplo más claro de ellos es el quiosco Fidias, situado en el parque de Miraflores. Cerrado hace más de cinco años por impagos del empresario al que el Ayuntamiento había cedido el espacio, el quiosco ha sido objeto de vandalismo e incluso ha llegado a vivir gente dentro. Hostecor ha pedido al Ayuntamiento que lo saque a licitación para su explotación hostelera, lo que también ha solicitado para un espacio parecido situado en la Asomadilla. En su momento también se pidió lo mismo para los quioscos del Vial, que tuvieron que ser retirados ante los numerosos ataques que sufrían.

Metros y metros de El Arcángel

El estadio municipal de El Arcángel no está completamente vacío. Además de su uso deportivo, también existen oficinas municipales. Sin embargo, el espacio no está ni mucho menos aprovechado en la actualidad. La zona más llamativa es la que se iba a destinar al proyecto conocido como el Motomático, un centro de interpretación de las ciencias a través del motor. La idea, que incluía salas expositivas y espacios para estudiantes, iba a ocupar casi 2.000 metros cuadrados. Se llegó incluso a poner la primera piedra en el 2011, pero la segunda nunca llegó.

Aquellos que sí consiguieron tener utilidad

Hay edificios que tras años cerrados sí consiguieron tener utilidad, como ha ocurrido recientemente con los antiguos juzgados o parte de la Escuela de Agrónomos. También hace pocos días se hacía efectiva la concesión demanial del antiguo colegio Luciana Centeno a los vecinos de la Axerquía. Otro de los espacios vacíos que recuperarán dentro de poco la vida es el quiosco del bulevar, pegado a San Hipólito, que ya está en obras.

A esta lista se suman otros edificios como el antiguo colegio Rey Heredia, motor social del Distrito Sur, también cerrado durante varios años. Ocurrió lo mismo con el matadero, en manos del Banco de Alimentos, o con la antigua cárcel de Fátima, que tras muchas idas y venidas funciona desde hace tiempo como centro cívico.

Tampoco está de más nombrar espacios que permanecieron vacíos incluso siendo nuevos, como ocurrió con el C3A o con el CRV. En el listado también aparecen la antigua sede de Procórdoba en la Corredera, ahora de la UCO, o la Normal de Magisterio, que no funciona al 100%, pero tiene uso.