La reforma de los antiguos juzgados, impulsada por la Junta de Andalucía y a la que Urbanismo da luz verde el miércoles 15 de septiembre, será una intervención integral de las dos alas que este edificio de estilo neoclasicista tiene en forma de ele (L), que irán unidas en su planta baja. El proyecto, a cargo del arquitecto Francisco León, actuará sobre una superficie total de de 12.000 metros cuadrados. En el proyecto se contempla que el ala que da a los jardines de Vallellano siga teniendo 7 plantas y la otra, que da a la plaza de la Constitución y donde tendrá su acceso principal, 4 plantas. Según consta en la memoria descriptiva del proyecto arquitectónico, los elementos nuevos se integrarán con lo ya existente, que se mantiene, incluidos los acabados. El arquitecto ha concebido el futuro edificio como una única unidad (con dos alas), frente a la actual estructura en la que ambas alas eran independientes (apenas unidas por un pasillo estrecho y angosto, donde estaban los sindicatos).

Las actuaciones consistirán en la reforma y rehabilitación del edificio, lo que afectará a prácticamente todos los elementos: ascensores, instalaciones eléctricas, alumbrado interior, saneamiento, fontanería, paneles solares, climatización y ventilación, revestimientos, tanto exteriores como interiores, adecuación del edificio a las nuevas normativas de accesibilildad, cimentación y forjados, nuevas escaleras, cerramientos de fachadas, aislamientos, cubiertas ajardinadas con nuevas impermeabilizaciones, carpinterías, tabiquerías e incluso la urbanización exterior. En suma, se quiere levantar un nuevo edificio aprovechando la estructura básica del anterior.

Según la memoria del proyecto, el futuro edificio será la nueva sede administrativa de dos delegaciones territoriales de la Junta de Andalucía aún por determinar y las obras comenzarán con una primera etapa de demoliciones y trabajos previos. En una segunda etapa se llevará a cabo la actuación nueva, procurándose la integración de los nuevos elementos con lo existente que se mantiene, tanto en su tratamiento formal como de acabados.

Una nueva imagen

Tras la intervención, el edificio tendrá una nueva imagen que apuesta por una visión conjunta del edificio. En consonancia al entorno donde se ubica se potenciará la fachada sur con una doble piel. Respetando el orden de huecos, se perforará el contenedor en el vértice de la “L” para aportar "una permeabilidad visual bidireccional y de recorridos con el entorno-jardines-estanque", dice el proyecto.

Además se contará con un nuevo acceso, colgado del cordón verde Jardines del Vallellano-Jardines de la Victoria-Jardines del Duque de Rivas-Jardines de la Agricultura-Plaza Constitución, que estará comunicado con líneas de autobuses, carril bici, zona azul y parkings subterráneos, dice el proyecto. Dicho acceso se formalizará mediante una caja de vidrio a doble altura. Tras el paso de control se abrirá un espacio a doble altura de transición exterior-interior. "En este punto, la piel del edificio se vuelve a perforar, esta vez con grandes dimensiones gracias a su orientación Norte, permitiendo las relaciones con el exterior. Un espacio transparente, permeable, que atraviesa el edificio desde la fachada Sur hasta la fachada Norte comunicando visualmente los jardines y el estanque de la plaza de la Constitución con el espacio libre de parcela".

De este modo, se diseñará un nuevo jardín verde abierto al barrio en el espacio libre que queda de parcela, hasta ahora residual y que estaba relegado a aparcamientos (era, además, por donde los furgones policiales dejaban a los detenidos). El proyecto describe que la nueva imagen que proyectará el edificio será "un telón de fondo limpio, compuesto por la piel de fábrica de ladrillo vista y una retícula de huecos regulares y modulados con carpinterías de diseño". En el proyecto, el presupuesto de ejecución material declarado supera los 7,2 millones de euros.