REPORTAJE

Cordobeses en pandemia por el mundo

Llevan el ADN de Córdoba de serie y residen en diferentes países; cuentan cómo llevan la crisis del covid-19

Turistas en un aeropuerto durante la pandemia.

Turistas en un aeropuerto durante la pandemia. / EFE

Son ya 18 los meses que sumamos de lucha contra una pandemia que cogió a todos de improviso, porque una situación así, hasta ahora, solo habíamos alcanzado a verla en un plasma en forma de película apocalíptica. Ese virus contagioso que se detectó en Wuhan (China) parecía tan lejano que el resto del mundo casi se despreocupó de una posible afectación. Más de año y medio después, todos los países, en menor o mayor modo, siguen aplicando medidas sanitarias para intentar frenar un virus difícilmente contenible que han condicionado el día a día de todos los ciudadanos.

A finales de junio un grupo de universitarios españoles fueron confinados en Malta por un positivo que se detectó en el vuelo en el que viajaban. A pesar de que la mayoría de ellos estaban vacunados, las autoridades del país les obligaron al preceptivo aislamiento. Los otros integrantes del grupo que no estaban vacunados presentaron una PCR negativa antes de embarcar, pero pese a estas circunstancias, el Gobierno del país les obligó a guardar la obligada cuarentena. Esto sucedió en uno de los países europeos con menor índice de contagios y muertes pero uno de los que ponen más celo en las medidas sanitarias contra el covid.

En Australia, donde en toda la pandemia apenas suman 36.330 contagios, el Gobierno ha implantado en las últimas semanas severas restricciones y confinamientos para queja de muchos de sus ciudadanos, sobre todo de los extranjeros a los que se les complica mucho poder salir y entrar en determinadas zonas del país. Y es que, en esta lucha, cada uno entiende la estrategia a su modo. El hecho de viajar, algo que antes era cómodo y sencillo, ahora se ha vuelto complicado e imprevisible en función del país desde el que se viaje o hacia dónde se quiera ir. Una de las principales trabas, más allá del propio riesgo sanitario que corre cada uno, es que muchas fronteras continúan cerradas y, pese a que el bloqueo es menos férreo que el de meses atrás, ya no existe la posibilidad de volar a cualquier país del mundo. Algunos, como por ejemplo Rusia, limitan la entrada de viajeros internacionales bajo condiciones muy específicas. En Canadá, a los menores de edad no vacunados se les imponen cuarentenas a la vuelta de un viaje al extranjero, con unas normativas que han ido cambiando cada semana. Así lo explica Rocío Vadillo, cordobesa residente en Montreal (Canadá). Pero a pesar del pasaporte que garantiza la pauta de vacunación completa, vigente en la Unión Europea, o las pruebas PCR exigidas para entrar en algunos países, España entre ellos, hay quienes como Sonia Martín, madrileña de nacimiento y cordobesa de adopción, condujo junto con su familia desde Países Bajos, donde vive, hasta Córdoba, atravesando por Francia, sin que ninguna autoridad le requiriese, a lo largo del amplio trayecto, documentación sanitaria alguna. Es la complejidad de lidiar con una pandemia en un mundo globalizado donde los límites y normas empiezan y acaban en las fronteras.