La pandemia del coronavirus ya dejó su impronta en el verano pasado, el primero tras unos meses de confinamiento y desescalada por fases. El turismo rural empezó a reivindicar su lugar y cosechó cifras que no se habían visto en la era precovid. La opción de irse con la familia a un apartamento a la playa ya no atraía tanto, el miedo al virus provocó un cambio en las tendencias vacacionales, que se inclinaron hacia la naturaleza y el aire libre. Y como la pandemia no ha acabado, esa tendencia que empezó el año pasado ha terminado por confirmarse.

Tanto es así que, a día de hoy, es muy complicado conseguir una reserva en alguna de las muchas casas rurales que pueblan la provincia, al menos en las que cuentan con piscina, que son casi la mayoría. Lo cuenta Antonio Ramos, socio consultor de la consultoría turística Adeitur, que apunta que las reservas en las casas rurales cordobesas están prácticamente al 100%. «Las reservas vienen de gente de fuera, pero también de los cordobeses», explica Ramos, que entiende que ese porcentaje de ocupación total se alcanzará casi con seguridad con las reservas que se hagan a última hora. «Los cordobeses empezaron a descubrir su provincia el año pasado», relata el consultor de Adeitur.

Además de funcionar por sí mismas dada la realidad actual, a favor de las casas rurales también juega la numerosa oferta de actividades con las que cuentan las zonas en las que se enclavan. Las playas de interior cordobesas son ya un atractivo turístico de primer nivel, y las actividades náuticas también cuentan cada vez con más adeptos.

Sobre si existen municipios o comarcas que atraigan más al turista veraniego, Ramos asegura que están «a la par», pero es cierto que la Subbética suele sobresalir en este ámbito porque ya lo hacía antes de que el covid irrumpiera. El consultor de Adeitur detalla que el resto de comarcas también cuentan con numerosos atractivos que las hacen llamativas para pasar unos días de vacaciones. En la zona norte predomina ese turismo astrológico y en la Vega del Guadalquivir, por ejemplo, la oferta multiaventura con la que cuenta también tira mucho a las familias.

¿Y cuánto cuesta pasar unos días en una casa rural de Córdoba? Ramos indica que los precios se están manteniendo con respecto al año pasado y que en este tipo de turismo se suelen calcular por persona y día. La media para el verano del 2021 está entre los 22 y los 30 euros por persona. Es decir, que una semana (seis noches) podría rondar los 150 euros por persona, lo que convierte a las casas rurales en una buena alternativa al turismo de playa, que siempre suele ser más caro dado el incremento de la demanda.

Y si las casas rurales son una alternativa de interior para pasar las vacaciones de verano, las parcelas dentro de la propia capital tampoco se quedan atrás. Son económicas, están cerca de la ciudad y tienen capacidad para acoger a un gran número de personas. El presidente de la Asociación de Agencias Inmobiliarias de Córdoba (Asaicor), José Vaquero, confirma que los cordobeses «se están quedando en la ciudad» el verano, aunque las reservas, a día de hoy, han caído un 10% con respecto al verano del año pasado. Vaquero entiende que este año, al haberse relajado la pandemia gracias a la vacunación, hay muchos que han vuelto a optar por el apartamento costero.

También en Alcolea

Aun así, la ocupación roza ya el 100% y se espera que se alcance a medida que se acerquen los días más vacacionales, los que ocupan los meses de julio y agosto. Las zonas que más triunfan son Trassierra y Cerro Muriano, pero Vaquero agrega que también se está viendo movimiento por la zona de Alcolea, así como por los municipios más cercanos a la capital, como pueden ser Guadalcázar o La Carlota.

Los precios de las parcelas también se han mantenido con respecto al año pasado, pero desde Asaicor informan de que ya en el 2020 se registró un pequeño aumento con respecto a los años previos a la pandemia del coronavirus. Más o menos, un mes en una casa en Trassierra o en el Muriano puede costar entre 1.800 y 2.000 euros en total, mientras que antes del covid-19 ese precio rondaba los 1.500 euros. Intentar reservar una casa de estas características en portales especializados como Booking o Airbnb es ya una tarea complicada incluso para el mes de septiembre y lo que hay es ya bastante más caro que los precios que señala Asaicor.

En cualquier caso, el turismo rural y de naturaleza gana cada vez más adeptos que deciden optar por un destino cercano, al aire libre y que permita establecerse en alojamientos mucho más amplios.