Los trabajadores del Imtur han hecho público un manifiesto, que han enviado a los grupos municipales, en el que denuncian su irregular situación laboral y las pésimas condiciones en las que se ven obligados a desarrollar su trabajo en el edificio municipal de Rey Heredia 22. Además critican la bicefalia que existe en el área de Turismo entre la Delegación de Turismo y el Imtur. Estas críticas se suman a las realizadas hoy por el portavoz municipal de IU, Pedro García. El pasado lunes, la primera teniente de alcalde y presidenta del Imtur, Isabel Albás (Cs), hizo referencia a la situación de la plantilla en una entrevista en CÓRDOBA.

En el escrito, los trabajadores recuerdan que el Consorcio de Turismo se disolvió en el año 2016, creándose en marzo de 2017 el Instituto Municipal de Turismo de Córdoba (Imtur), con el consiguiente traspaso de los trabajadores. Dicho traspaso se hizo "modificándoles su condición de trabajadores fijos de plantilla a trabajadores indefinidos no fijos mediante un acuerdo plenario". Este hecho, continúan explicando, obligó a los trabajadores a presentar diversas demandas en los juzgados de lo Social y lo Contencioso-Administrativo que aún perduran, "en los juzgados, y en el ánimo de los trabajadores", puntualizan.

Asimismo recuerdan que en el proyecto inicial de creación del Imtur se contemplaba la integración del personal del Consorcio y los funcionarios pertenecientes a la Delegación de Turismo del Ayuntamiento de Córdoba en una única entidad. Esta integración de ambas estructuras nunca ha tenido lugar, por lo que se mantiene una bicefalia en materia turística, que se compone de personal funcionario, mayoritariamente puestos administrativos, a excepción de dos técnicos (una antigua jefatura de Turismo y un Coordinador de Programas Culturales), que se emplazan físicamente en el Centro de Recepción de Visitantes; y personal laboral (6 Directores de Áreas, 11 técnicos, 1 Ordenanza y otra media plaza de Ordenanza), con 3 puestos vacantes por cubrir (1 Ordenanza, 1 Auxiliar Administrativo y 1 Secretaría de Administración-Gerencia). Este personal se emplaza físicamente en el equipamiento municipal de Rey Heredia 22: "centro sin condiciones para trabajar, con una red deficiente de internet, caídas de luz, equipos en mal estado y mala adaptación climatológica. 8 técnicos de Información y atención al visitante rotan entre las oficinas de información, de lunes a domingo, festivos incluidos", dicen.

Este equipo de personal laboral se rige por el convenio colectivo caducado en diciembre de 2016 del Consorcio de Turismo, "el más bajo y con peores condiciones sociales y retributivas de todos los institutos municipales del Ayuntamiento de Córdoba, con una merma retributiva de hasta un 30% menos para idénticas categorías de trabajadores".

Entrando en materia turística, en la actualidad, los trabajadores aseguran que la mayoría de planes, proyectos y propuestas de gestión turística se gestan y deciden en el Centro de Recepción de Visitantes, con personal funcionario de la Delegación de Turismo. El personal de Imtur permanece "ajeno a la redacción de estos planes y proyectos en las dependencias de Rey Heredia 22". Lo único que tienen, de momento, es la promesa de trasladarse al edificio de la Pérgola (en la Victoria) "para continuar ajenos al gobierno turístico, que seguirá emplazado en el Centro de Recepción de Visitantes".

Por todo lo anterior, los trabajadores del Imtur proponen a los responsables politicos que se pongan manos a la obra para lograr la unificación de todo el personal que se dedica al turismo: los de Imtur y los de la Delegación de Turismo en un único proyecto o entidad común. "Acaben con la bicefalia y la dispersión física del personal, ubicándonos a todos en un único edificio acondicionado y operativo. Además, solicitan que se unifique un organigrama coherente conformando equipos de trabajo, y que se valore que el momento ideal para hacer todos estos cambios es este, cuando no hay turistas en la ciudad. Asimismo, exigen a los políticos que adquieran el necesario compromiso de dotarnos de un convenio colectivo acorde con nuestros cometidos, y sobre todo que recoja un compromiso común de consolidar nuestros puestos de trabajo. "No es una cuestión de legalidad. Es una cuestión de voluntad", aseguran.