La capital de Córdoba se somete este martes a su segundo cribado masivo en dos meses para detectar el coronavirus. Mil personas han sido citadas junto al Quiosco de la Música de La Victoria para hacerles el test de antígenos con el que la Consejería de Salud y Familias comprobará el nivel de contagio que hay. Hasta allí se ha desplazado una unidad móvil de la Consejería de Salud y Familias. Las pruebas han empezado a las 10.00 y se prolongaron hasta las 15.00 horas durante la mañana, aunque también prosiguieron por la tarde, de 16.00 a 18.00 horas. A este cribado han sido citadas personas con edades comprendidas entre los 18 y los 59 años. Salud no ha dado a conocer este martes los resultados de este cribado, que se conocerán el miércoles.

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Se trata del tercer cribado que se realiza esta misma semana, ya que ayer, lunes, Salud efectuó también pruebas en Fuente Obejuna, donde no hubo ni un positivo, y en Belmez, donde se detectaron solo dos.

El primer cribado tuvo lugar el 28 de octubre en el Palacio Vista Alegre y se saldó con seis positivos entre 620 pruebas realizadas. El nivel de respuesta fue del 56%, ya que allí habían sido convocadas 1.100 personas seleccionadas en base a criterios epidemiológicos para someterse a estas pruebas. Voluntarios de Cruz Roja atendieron a los participantes en el circuito organizado en las instalaciones para realizar las pruebas. Aquel primer cribado se realizaba en un momento en el que la tasa de contagios iba en aumento. Entonces la tasa de contagios en la capital era de 498, mientras que ahora es de 137,2, tres veces menos.

Desde antes de las 9.30, y a pesar del frío, había personas esperando delante de la unidad móvil del covid para hacerse la prueba y salir de dudas. Entre ellos se encontraba José Álvarez, que asegura que "es bueno hacerse la prueba para saber si estás contagiado o no, por lo menos que los que están alrededor nuestro lo sepan". Es más, piensa que estos test se deberían haber hecho antes, "no ahora, al cabo de nueve meses" desde que irrumpió el covid en Córdoba. En la mente de todos siempre está la duda de haber pasado la enfermedad y no saberlo. "Puede ser que lo hayamos pasado y que no lo sepamos", afirma, "yo, desde luego, no he tenido síntomas".

El primero en subir a la unidad móvil montada en La Victoria ha sido José David Torres, que, al igual que José, estaba muy concienciado con la necesidad de hacerse la prueba. Todos los que aguardaban en la cola explicaban las Navidades tan atípicas de este 2020 que está a punto de acabar. "Hay familias en las que se ha juntado más gente, pero nosotros lo hemos llevado a rajatabla", asegura. Aunque no ha dudado ni un minuto en su obligación de someterse al test, no tiene tan claro que vaya a ponerse la vacuna. "Yo aún no lo sé", señala. En cambio José Álvarez no se lo piensa: "Yo me vacuno en cuanto me llamen". "El problema es que no sabes lo efectiva que va a ser", advierte Manuel Vilches, que también aguardaba para hacerse la prueba de antígenos.

Tras ellos, Cristina Padillo y Pedro Rodríguez esperaban su turno. La convocada para someterse al test era Cristina, que, al igual que todos los que la precedían, era la primera vez que se hacía la prueba. "Por precaución por mí y, sobre todo, por los que me rodean, me la hago", aseguraba. Unos metros más atrás, Mercedes García aguardaba la entrada en la unidad móvil concienciada de que "hay que hacerse tarde o temprano el test". Ana Breña, por su parte, acudía también a la cita convencida de que "es bueno hacerse el test para evitar contagiar a los demás".