-¿Hacer esta entrevista por teléfono es una medida de contención contra el virus?

-Sí, la verdad es que sí, pero conste que ha sido idea de mi equipo.

-El Ayuntamiento ha adoptado medidas extraordinarias, ¿cree que Córdoba está preparada para afrontar esta crisis?

-Sí, Córdoba, Andalucía y España. En Córdoba, por la magnífica sanidad pública, que está funcionando de manera extraordinaria y a quienes traslado un mensaje de ánimo; segundo, por las instituciones y su personal, que están demostrando que están a la altura. Estoy muy agradecido a los funcionarios municipales por el trabajo de esta semana. Y por la propia sociedad, que está respondiendo de una forma ejemplar: suspendiendo actividades de forma voluntaria y entendiendo la situación excepcional. Por todo, creo que sí estamos preparados.

-Declarado el estado de alarma, ¿trabaja el Ayuntamiento en nuevas medidas?

-Hemos completado con nuevos decretos las medidas que restaban en cuanto a control y afluencia de público con la supresión de terrazas y veladores, puestos de caracoles y venta ambulante, es decir, quedando limitadas temporalmente las licencias de todas las actividades en vía pública. Estamos esperando conocer el decreto del estado de alarma para implementar medidas de orden interno relativas a Policía Local o seguridad. Por nuestra parte, creo que hemos adoptado todas las medidas que eran posibles.

-¿Ha recibido el Ayuntamiento directrices del Gobierno central?

-No quiero entrar en crítica política; no es el momento. Pero suena bastante extraño que cada uno de los 8.000 municipios españoles haya tenido que ir tomando las medidas que ha estimado pertinentes sin que haya habido un listado del Gobierno. He echado de menos, no la coordinación, que ha existido, sino lo que creo que se va a hacer a partir de ahora con el estado de alarma: una dirección única que marque cuáles son las medidas que se van a adoptar por todas las administraciones y a todos los niveles. En crisis de este calado no concibo otra forma de actuar.

-Se ha reunido con CECO y los empresarios del turismo, que prevén ya un descalabro de la temporada turística. ¿Habrá un plan de choque?

-Lo primero, agradecer a CECO la participación y que hayan sido comprensivos respecto a las medidas de contención adoptadas. Lo que hemos acordado las delegaciones de Hacienda y Turismo y el Imdeec ha sido diseñar un plan de choque para cuando esta situación pase. Desgraciadamente esto va a durar como mínimo hasta el 31 de marzo y espero que no más, pero en esta situación habrá empresas que van a pasar dificultades, algunas incluso estará en duda su viabilidad, va a haber personas que perderán su puesto de trabajo de forma definitiva o temporal y tenemos que ser conscientes de que eso va a pasar. Tenemos que estar preparados y ayudar a salir a los profesionales, autónomos y empresas de la situación. En turismo, que es evidente que va a sufrir mucho, se nos ha pedido que el presupuesto se destine a medidas de promoción. Que se sacrifiquen actividades, como festivales y celebraciones, y que se destine más presupuesto a la promoción. Luego tendremos que estudiar bonificaciones y rebajas fiscales, incentivos a la contratación para amortiguar el impacto y que nos recuperemos lo antes posible.

-Se ha suspendido la actividad política, ¿puede afectar esto a la marcha de la ciudad?

-La vida política no se ha paralizado, de hecho esta semana ha sido muy intensa. Lo que ha ocurrido es que ha cambiado y ha pasado de un escenario normal a otro extraordinario, donde hemos cambiado las preferencias. Se van a retrasar algunas cuestiones como la aprobación del presupuesto. Estamos trabajando en asegurar el funcionamiento de la administración y del propio gobierno local, que puede parecer obvio pero no está asegurado. Estamos explorando la posibilidad de implantar reuniones por videoconferencia y el voto telemático.

-La portavoz socialista ha propuesto interrumpir la tramitación del presupuesto y pactar un documento económico de crisis. ¿Qué le ha parecido esa idea?

-No es el momento. Estamos centrados en las medidas de contención del coronavirus, en absoluta coordinación y lealtad con la Junta y el Gobierno, y en ir avanzando ese plan de choque. La idea no me parece ni oportuna políticamente ni es el momento adecuado, porque los vecinos lo que nos están reclamado es otra cosa.

-¿Ha fijado algún plazo con el Obispado para decidir qué va a pasar con la Semana Santa?

-No hay un plazo. Las cosas van a ir viéndose con el tiempo. Adelantar acontecimientos no tiene sentido. Por lo pronto, todo lo que eran ensayos de costaleros, pregones y actividades extraordinarias se han suspendido. Si la situación no cambia a nadie se le escapa cuál va a ser la última decisión, que además escapa del ámbito municipal. Parece obvio que si se mantienen estas circunstancias no se podría celebrar, pero a día de hoy no se ha tomado esa decisión.

-Usted mismo es una persona de riesgo. ¿Ha tomado medidas de prevención? ¿Tiene miedo?

-Personalmente, no. Se ha demostrado que la profesión política es de riesgo. Tenemos contacto con muchísimas personas y estamos extremando las medidas de precaución, más que por nosotros, por no ser quienes transmitamos el virus. Particularmente no he parado la actividad y no tengo ningún miedo.

-¿Cuándo fue consciente de que esto era un problemón?

-Al menos lo supe desde hace 20 días, pero es cierto que se ha acelerado mucho y de forma inesperada en los últimos.

-Con dos hijas y una mujer que trabaja, ¿cómo se están organizando en casa?

-Afortunadamente tengo una suegra que es una súperabuela que me están echando, no ahora, sino siempre, una mano enorme para poder conciliar.

-¿Qué mensaje de tranquilidad quiere lanzar a los cordobeses?

-Primero un mensaje de confianza en sus instituciones, sanitarias, del Estado, autonómicas y locales. Pueden estar muy tranquilos de que todo el mundo se está dejando el alma para que esto pase cuanto antes. Un agradecimiento a la respuesta que en su mayoría está teniendo la población civil a las medidas que se están tomando y que en algunos casos está siendo ejemplar. Y hacer un llamamiento a la responsabilidad individual que tenemos cada uno. No se trata del riesgo individual al contagiarnos, que en el 80% de los casos es leve y se pasa estando en casa, pero hay un 20% de casos graves. El deber que tenemos es evitar un contagio muy rápido porque pondría en problemas la capacidad de respuesta del sistema sanitario, que se vería desbordado. En eso consiste esta lucha: que el avance de la enfermedad no sea rápido, y en eso somos todos responsables. Más allá de que algunos piensen que no le afectaría gravemente, tienen que tener en cuenta que pueden hacer que a otros sí les afecte y que ni siquiera puedan ser bien atendidos si se produce el colapso. Ese quédate en casa de las redes sociales es lo mejor que pueden hacer todos los cordobeses.

-Eso y no salir como locos a comprar al Piedra o al Deza

-También. Quiero decir que el suministro está completamente garantizado. En Córdoba tenemos una empresa pública, Mercacórdoba, que está funcionando al 100%, como el resto de los servicios municipales de seguridad, transporte público y limpieza. Y además, los distribuidores privados están garantizando el abastecimiento, por lo que no tiene sentido agolparse en las tiendas. Estoy convencido de que el Gobierno va a cuidar también esto.