La incidencia de la dermatitis atópica (patología crónica de la piel que se manifiesta por eczemas, lesiones rojas que pican y que tienen una costra adherida, que se localizan en rodillas, codos, mejillas, aunque también pueden aparecer por todo el cuerpo) está creciendo en los últimos años. El dato lo corrobora la especialista en dermatología del hospital Reina Sofía Gloria Garnacho, aunque esta experta no sabe si en ese repunte de casos está influyendo el cambio climático, la contaminación, la alimentación u otros factores. La mayoría de casos de dermatitis atópica, la patología cutánea más frecuente en la infancia, se abordan en las consultas de pediatría de los centros de salud y en hospitales como el Reina Sofía se trata a los pacientes más complejos, que representan sobre el 30% el total de las consultas de dermatología pediátrica del centro, según esta experta. Esta dermatitis puede afectar a aproximadamente el 30% de los niños y a más del 5% de población adulta. En la infancia es más habitual en los primeros años de la vida y repercute en la calidad de vida de quienes la padecen, ya que los eczemas pican mucho, molestan y alteran el sueño porque por los síntomas no pueden descansar bien. Además, Gloria Garnacho apunta que, cuando la enfermedad se da en la segunda infancia o adolescencia puede estar asociada a fracaso escolar, porque quienes la sufren se están rascando continuamente y dificulta a su vez la elección de las actividades extraescolares, porque no saben qué deporte escoger.

Para ayudar a los pacientes, sobre todo a sus familiares, atendiendo a que gran parte de los afectados por la dermatitis atópica son niños, el hospital Reina Sofía está celebrando, con una periodicidad variable, una escuela para pacientes sobre esta patología y la próxima convocatoria se quiere organizar para marzo. La forma de poder inscribirse en esta actividad es enviando un correo electrónico a califatopic@gmail.com. También los propios pediatras suelen avisar a las familias de la fecha de las convocatorias. En la escuela de pacientes se ofrecen pautas para que las familias de pacientes infantiles con dermatitis atópica sean más autosuficientes a la hora de enfrentarse a la patología, como cuándo deben usar una crema o no o cómo deben interpretar los eczemas de su hijo o hija, para que se agobien menos.

Al influir varios factores en el desarrollo de la enfermedad, a veces es difícil de controlar. Este tipo de dermatitis se trata con corticoides y con inmunosupresores, además de con cremas y en la escuela de pacientes y en las consultas de dermatología se desmienten muchas falsas creencias que existen, como que los corticoides son malos o que los inmunosupresores bajan las defensas. También, acerca de la duda que se plantea de si los niños con dermatitis atópica se deben lavar o no todos los días, Gloria Garnacho aclara que es mejor que sí lo hagan a diario, con agua que no sea ni muy caliente ni muy fría, con un gel específico para dermatitis atópica, ya que el baño ayuda a eliminar restos de suciedad y de costras de las lesiones y contribuye a suprimir restos de ropa que se haya podido pegar a las lesiones. Además, a los niños el agua les relaja y esa limpieza prepara a la piel para que pueda ponerse la crema y contribuirá a que el tratamiento sea más efectivo. Si no se lavan es poner una capa de crema sobre otra de suciedad.

Para un buen control de la dermatitis atópica se necesita adoptar una serie de rutinas diarias (higiene e hidratación adecuada; seguir el tratamiento indicado; manejar bien el prurito y el picor o usar ropa de algodón y no térmica, ni muy apretada que hace que se sude más y que empeore la dermatitis. También es fundamental realizar actividad física y tomar una alimentación sana, sin eliminar determinados alimentos que se relacionan con alergia, ya que la dermatitis atópica no es una alergia como tal. Por otro lado, Garnacho hace una llamada a la cautela frente a la cosmética natural, ya que hay que comprobar que los productos son beneficiosos para lo que se han pensado usar.