Atender lo urgente y dejar en segundo plano lo importante. Esa es la realidad que define desde hace unos años el programa de respiro familiar de la Junta de Andalucía, que en el 2007 contaba con 52 plazas en la provincia de Córdoba para relevar, por cortos espacios de tiempo, a los cuidadores de personas mayores. Ahora solo tiene 21 para atender algunos casos de respiro familiar, siempre que quede algún hueco y, sobre todo, para dar cabida a los casos de emergencia social. Según las fuentes consultadas, la realidad social ha cambiado sustancialmente desde que empezó la crisis y cada vez son más los mayores de los que la administración tiene que hacerse cargo ante la falta de familiares o de recursos económicos para afrontar los cuidados.

En esa coyuntura, las plazas de respiro familiar, que se crearon para ofrecer alojamiento residencial en periodos de entre 24 horas y un mes para mayores cuyos cuidadores lo soliciten por descanso, enfermedad, hospitalización, emergencia u otras circunstancias apenas se ofertan ya en los servicios sociales comunitarios, porque la prioridad ahora está en sacar adelante a mayores que salen de cuidados paliativos y no tienen familia o los que están en situación de abandono o exclusión y con pensiones muy bajas que no garantizan recursos materiales para el pago de una residencia privada. Cabe recordar que a las plazas de residencia concertada se accede mediante la ley de Dependencia, tras una evaluación que suele prolongarse durante meses y que no permite dar respuesta inmediata a los casos urgentes.

Con 21 plazas en cinco centros para atender la demanda de toda provincia, la mayoría de las cuales están situadas fuera de la capital, el nivel de ocupación de las plazas es «muy elevado durante todo el año» y actualmente hay lista de espera de 26 personas, la mayoría casos de emergencia social, según la propia Consejería.

El respiro familiar, creado como un mecanismo de alivio para los cuidadores que atienden a los mayores a diario, ha quedado así relegado. La mayoría de las personas que solicitan estas plazas con este fin suelen renunciar a ello por la espera que supone y porque, salvo cuatro plazas en Alcolea, todas se encuentran repartidas por la provincia y las familias no quieren dejar a sus mayores muy lejos de sus domicilios habituales.

El respiro familiar, que se rige por una norma del 2002 que aún no ha sido actualizada, también está previsto para personas con discapacidad, aunque en ese caso, el número total de plazas para toda la provincia es de cuatro. El precio de estas plazas oscila entre 51/ 69 euros por día en mayores y 55 / 77 en discapacidad si bien hay previstas bonificaciones en función de los ingresos del usuario.

En el 2007, en Andalucía había 502 plazas de respiro familiar para mayores en 89 centros de Andalucía, con plazas en todas las provincias, y la ocupación en agosto era del 100%. A día de hoy, hay provincias donde ya no hay ni una plaza de respiro.