Cerca de 3.000 personas (2.100 según fuentes policiales y más de 4.000 para la organización) respondieron ayer a la llamada de los trabajadores de la multinacional ABB en Córdoba para rechazar los 49 despidos que ha propuesto en esta planta (otros diez en Bilbao) y reivindicar la permanencia de la industria en esta ciudad. Bajo el lema «No al ERE en ABB. Ningún despido será aceptado», los asistentes a esta movilización recorrieron algunas de las principales calles del centro para defender el futuro de la factoría.

Estas instalaciones son casi centenarias y las únicas que producen transformadores de potencia en España. El Expediente de Regulación de Empleo propuesto por la empresa afecta a 49 de los alrededor de 320 profesionales que trabajan en esta fábrica y otros diez de Bilbao. El presidente del comité de empresa, Jesús Villegas, afirmó que la asistencia a esta convocatoria superó las expectativas de la plantilla, por lo que agradeció el apoyo que están recibiendo y señaló que «con esto, cogemos fuerza para afrontar la última recta» del periodo de consultas con la empresa, que finaliza el próximo viernes. Villegas también subrayó que «hay que luchar por la poca industria que va quedando en Córdoba, ABB es una fábrica emblema y hay que defender cada puesto de trabajo».

De su parte, el secretario general de UGT, Vicente Palomares, puso de relieve la afluencia de ciudadanos y representantes institucionales a esta manifestación, que estuvieron «apoyando a estos trabajadores, para que no se produzca algo inadmisible para esta ciudad». Palomares lamentó que «ABB parece que no quiere escuchar ninguna solución que no pase por un ERE y por sacrificar a 49 trabajadores». Así, indicó que «estamos dispuestos a plantear soluciones, queremos que se sienten, que echen para atrás este procedimiento y buscar soluciones al máximo nivel institucional para que tenga mercado, empleo y futuro».

Por último, este dirigente sindical se dirigió a la compañía Hitachi, que ha comprado el negocio de power grids (redes eléctricas) de ABB, la actividad principal de la planta cordobesa, para decirle «que sea bienvenida, que se encontrará con una ciudad amable, que le generará oportunidades y que estas tienen que pasar por la consolidación del empleo y el crecimiento industrial».

De su parte, la secretaria general de CCOO, Marina Borrego, afirmó que «tenemos que apostar por que este ERE no se produzca», explicando en referencia a la plantilla de ABB que «tenemos a unos compañeros con alrededor de 40 años que están en pleno futuro, con sus hijos, que hoy están todos aquí luchando para que ningún empleo salga de Córdoba». Borrego abundó en que «ABB lleva casi cien años en Córdoba y no nos podemos permitir que desaparezca», por lo que aseguró que la ciudad «está hoy aquí y nos van a escuchar en toda España. No vamos a permitir que salga ni un empleo». Asimismo, añadió que «tenemos que luchar para que la industria en Córdoba sea fuerte y el empleo sea de calidad».

La manifestación llega, ayer tarde, a la plaza de Las Tendillas. MANUEL MURILLO

Esta movilización contó con la participación de trabajadoras del servicio municipal de ayuda a domicilio, cuya protesta coincidió con la de profesionales de ABB en el primer pleno del nuevo mandato municipal, que se celebró a principios de julio. Por otra parte, estuvieron presentes el alcalde de Córdoba, José María Bellido, y el delegado territorial de Empleo de la Junta de Andalucía, Ángel Herrador, así como responsables políticos entre quienes se encontraron los portavoces en el Ayuntamiento de Córdoba de los grupos municipales de Cs, Isabel Albás; PSOE, Isabel Ambrosio; IU, Pedro García, y Vox, Paula Badanelli. El recorrido comenzó en la plaza de las Tres Culturas y finalizó en el Bulevar del Gran Capitán, y en él tomaron parte muchos familiares de los trabajadores de la multinacional suiza.

Esta declinó hacer declaraciones a este periódico ayer, aunque el pasado abril sí afirmó que la venta a Hitachi «no afectará al empleo en Córdoba». Sin embargo, ABB destacó entonces que «no se puede hacer previsiones a futuro», recordando que su actividad empresarial podía evolucionar como en cualquier negocio.