El conocido sacerdote y cofrade fray Ricardo de Córdoba murió ayer en el hospital Reina Sofía a los 72 años tras permanecer ingresado en la UCI casi quince días a consecuencia de una taquicardia ventricular aguda que lo dejó en coma el pasado 4 de mayo. Desde ese día, las cofradías han rezado constantemente por la salud de Fray Ricardo.

Fray Ricardo de Córdoba fue el artífice de la revolución estética que experimentó la Semana Santa cordobesa en la década de los 70 del pasado siglo. Tal como se recoge en el libro editado por Diario CÓRDOBA la pasada cuaresma sobre el 75 aniversario de la Agrupación de Cofradías de la ciudad, la evolución de la Semana Santa cordobesa llega de la mano de un, por entonces, jovencísimo fray Ricardo de Córdoba. A través de él empiezan a entrar en la ciudad imagineros de Sevilla que aportan imágenes como la Virgen del Rosario, Soledad, Desamparados, Reina de los Ángeles, Desconsuelo, Encarnación, Concepción o Merced.

Un cambio de imágenes titulares que llega asociado al diseño para bordado, donde no se puede pasar por alto la producción del capuchino, quien en los años 70 comienza su ardua y desinteresada labor dibujística al servicio de las cofradías.

En este sentido, fray Ricardo se estrena en la Semana Santa cordobesa con el diseño del palio y manto de la Virgen del Rosario, titular de la hermandad de la Expiración, comenzado en 1974 y concluido en 1982. Un dibujo donde predomina la profusa utilización de elementos ornamentales como cintas, lazos, flores, conjugados con la tradición iconográfica, elementos que se sucederán en las creaciones del capuchino.

En los primeros años de la década de los ochenta, la totalidad de las cofradías acomete algún proyecto, en su mayoría salido de las manos de fray Ricardo, unos nuevos y otros para cambiar otro existente. De este modo, el capuchino crea para la ciudad el dibujo del palio de la Virgen de la Encarnación y el de la Virgen de la Paz, ambas obras realizadas en aplicación por el ecijano Joaquín Ojeda. Entre los proyectos de más envergadura que se encargan a finales de los ochenta destaca el palio de la Virgen de la Merced, comenzado en 1985. Sayas, palios, mantos, tocas, túnicas, estandartes, orlas de cultos, pinturas para enseres son prueba de los años que el popular capuchino dedicó a las cofradías.

UNA AMPLIA LABOR / Junto a esa labor de dibujante, destaca su faceta de vestidor y, sobre todo, de predicador. De lo primero se ocupó hasta su traslado a Sevilla, a mediados de la década del 2000, vistiendo a un gran número de imágenes marianas a las que dejó su impronta durante años. Como predicador lo ha hecho de las grandes devociones, tanto de la ciudad y su provincia como de otras muchas localidades andaluzas, incluida la Esperanza Macarena, de la que siempre presumía que lo había hecho en ocho ocasiones. Sevilla, Almería, Cádiz, Jerez, Málaga y, sobre todo, Córdoba recordaron especialmente ayer la labor de este incansable fraile capuchino al que la Semana Santa de Córdoba nunca le podrá agradecer todo lo que hizo para que la misma tuviera una Semana Santa a la altura de otras ciudades andaluzas.

El funeral por el alma de Fray Ricardo ha tenido lugar este sábado a las 11.30 horas en la iglesia conventual de Capuchinos. Foto: MANUEL MURILLO

Tras conocerse la noticia del fallecimiento, la totalidad de las hermandades cordobesas mostraron su pesar ayer por la pérdida de fray Ricardo, sobre todo aquellas a las que estaba más unido, como su hermandad del Císter, que aseguraba que «lloramos la pérdida de nuestro querido director espiritual, fundador de nuestra hermandad y cofrade universal».

La hermandad del Descendimiento también emitió un comunicado en el que dedicó un sentido texto para elogiar la figura del capuchino. También las hermandades de la Merced, las Penas, la Esperanza y la hermandad de la Sentencia, quien manifestó lo siguiente: «Siempre le estará agradecido por el gran regalo que nos dejó, nuestra Madre de Gracia y Amparo».

Los restos mortales del querido capuchino fueron velados anoche en el tanatorio de las Quemadas, mientras que el funeral por su eterno descanso tendrá lugar hoy a las 11.30 horas en la iglesia conventual de Capuchinos.