La tercera jornada de la huelga de los funcionarios de prisiones vivió ayer por la mañana momentos de tensión, con la quema de neumáticos a las puertas del centro, que obligaron a intervenir a los bomberos; y el corte del acceso de vehículos a las instalaciones, lo que obligó a desplazarse hasta el lugar a efectivos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil.

La Policía Nacional acudió hasta las puertas del centro penitenciario de Alcolea para garantizar que «la agenda diaria» del centro de mantuviera con normalidad. Es decir, que se pudieran recibir las visitas de los abogados, las salida de presos hacia los juzgados, etcétera, explicaron desde la Subdelegación del Gobierno.

Por su parte, efectivos de la Guardia Civil de Tráfico cortaron el acceso desde la autovía a la carretera que lleva al centro para evitar un mayor colapso a la entrada, que durante las primera horas de la mañana habían cortado los piquetes.

Lo sindicatos indicaron que el seguimiento de la huelga en Córdoba es masivo y que, aunque a primera hora de la mañana se vivieron algunos momentos de tensión, a medida que pasaron las horas, la situación se fue suavizando y se permitió la entrada escalonada de vehículos. La huelga, que concluye hoy, está convocada en todo el territorio nacional y persigue la equiparación salarial y, sobre todo, la recuperación de la negociación con el Ministerio del Interior.