Los jueces decanos de España, reunidos en Málaga a finales de octubre, lamentan que «no existe hoy una hoja de ruta, ni constatamos tampoco interés político por mejorar el funcionamiento del sistema judicial», de forma que «todo está en el aire: los tribunales de instancia, la oficina judicial, la nueva demarcación territorial...». Por eso han concluido que «es el momento de llegar a un gran pacto de Estado» en el que, sobre todo, figure un plan director general de modernización de la Justicia.

Entre sus reivindicaciones, los jueces decanos han fijado la necesidad de elaborar un programa de ampliación de la planta judicial. España tiene la mitad de jueces que la media europea. En la actualidad hay 5.500. Para alcanzar la ratio europea de 21 jueces por 100.000 habitantes se debería contar con 9.600 jueces.

También han pedido un control de la litigiosidad. «Es preciso arbitrar medidas para reducir la litigiosidad, excesiva en España, sin que ello suponga en absoluto merma del derecho a la tutela judicial efectiva», apuntan en sus conclusiones. En este sentido proponen, entre otros asuntos, un paso más en la regulación de la mediación.

Solicitan, además, que se definan las cargas de trabajo de los jueces y, una vez alcanzada la carga máxima, «no debe permitirse la tramitación de ningún asunto más para garantizar la eficacia y calidad del trabajo judicial creando de forma automática las nuevas plazas judiciales necesarias para cubrir el exceso, pero nunca permitir la sobrecarga». «El sistema no puede descansar exclusivamente en el voluntarismo o heroicidad de los jueces poniendo en riesgo su salud debido a la resistencia a crear plazas judiciales suficientes o incrementar la plantilla judicial», señalan.