El peso relevante del sector agrario en las contrataciones que se realizan en Córdoba se ha mantenido durante los años de crisis económica y representa algo más de la mitad de los contratos que se formalizan en la provincia. En esta línea, el año pasado se registraron 247.961 vinculaciones laborales en el campo y este número supuso el 51% del total de las realizadas en los distintos sectores, que fueron 483.820. Córdoba y Jaén son los dos territorios andaluces en los que este sector tiene un mayor peso respecto a la contratación provincial y en el caso de la provincia vecina supone un 60% del empleo generado.

Al hilo de estos datos, que han sido publicados recientemente por el Observatorio Argos de la Junta de Andalucía, el secretario general de Asaja, Rafael Navas, subraya que "el peso del sector agrario es importantísimo en la provincia de Córdoba, es el primer generador de riqueza y principal exportador", y añade que "no solo produce, sino que además trae divisas de fuera" a través del comercio exterior.

El empleo que se genera, sin embargo, es en gran medida temporal debido al carácter de las labores que se realizan, y la estadística indica que el 99,8% de los contratos que se suscribieron el año pasado tuvieron una duración limitada. Los sindicatos recuerdan que esta situación incide en la cuantía de las pensiones que cobran los trabajadores una vez que se retiran de la actividad, y también contribuye a situar a Córdoba a la cola de las provincias españolas por el importe de las pagas que perciben sus jubilados, que se encuentra en torno a los 770 euros de media.

Junto a esta circunstancia, resulta llamativa la reducción del peso que ha experimentado el empleo femenino en el sector agrario. Desde el ejercicio 2009, las mujeres han pasado de representar el 42% de las contrataciones a protagonizar un 32%, mientras que se ha incrementado la entrada de los hombres. La disminución de las mujeres ha tenido lugar, además, al mismo tiempo que ha crecido el número de contratos que se firman, que en los últimos años se ha elevado un 23% en el campo cordobés. Esta tendencia se explica por factores como la caída experimentada en el empleo de sectores que tradicionalmente han ocupado a un mayor número de hombres, como la construcción, y el trasvase de trabajadores a la agricultura y la ganadería.