"Siempre tuve el presentimiento de que estaba vivo y ahora se confirma que tenía razón en lo que pensaba estos años", dijo ayer Pilar García-Galiano, la madre de los gemelos que, tras conocer el resultado del ADN, asegura que a sus 63 años se encuentra "sufriendo y penando". "Esto es un sinvivir, me engañaron y lo que quisiera es encontrarlo para que sepa que no lo vendí ni lo abandoné", insistió. "Una caja blanca y un lío de algodones es lo que enseñaron a mi madre y a mi hija", recordó.

Por su parte, su hijo Andrés apuntó que "no han hecho sino confirmarme algo de lo que estaba seguro". "Siempre tuve la sensación de que no estaba muerto y nunca me creí lo que contaban. Ahora mi idea es volver a denunciar, pero no sé dónde", señaló un Cepas "desesperanzado" con la Justicia después de que el caso de su hermano se archivara en tres ocasiones. "Por supuesto que es el caso de un bebé robado. No hay constancia en los documentos sobre qué ocurrió y ahora encontramos restos de una niña en la sepultura", remarcó antes de expresar su deseo de encontrar a su hermano para recuperar los 28 años perdidos, los mismos que el próximo diciembre se cumplirán del momento en el que fueron "separados".

Por último, su hermana María José concluyó que "se ha demostrado" que el caso de su hermano es el de "un bebé robado". Y ahora, "sin confianza ya en la Justicia", solo le queda esperar que, al difundirse el caso y la imagen de su hermano Andrés en la prensa, alguien pueda reconocer en otra persona al gemelo que se dio por muerto y ambos puedan volver a reencontrarse. Esa, dicen, es su "esperanza".