La sentencia fija también que los condenados, conjunta y solidariamente con dos compañías aseguradoras, deberán indemnizar a los familiares de las víctimas y a los vecinos y propietarios afectados con 623.545 euros, divididos en 449.259 para la familia y 174.286 para los segundos.

Al hijo, por el fallecimiento de su padres, 200.000 euros; 2.160 por lesiones; 1.000 por secuelas y 8.217 por daños materiales. A la hija, por la muerte del matrimonio, 150.000 euros; 9.576 por lesiones; 3.941 por secuelas y 8.217 por daños materiales. Para cada uno de los cuatro padres de los fallecidos, el fallo señala una indemnización de 16.537 euros.

Igualmente, para una de las vecinas, que tuvo que mudarse, fija 3.281 euros por secuelas y 3.404 por daños materiales; para los copropietarios del inmueble derrumbado, 161.814 euros; al propietario de una de las viviendas y su arrendataria, 1.656 euros por el derrumbe de su domicilio, y a los herederos de una copropietaria, 4.131 por los perjuicios de la pérdida de su vivienda habitual.