Unos 120.000 cordobeses que sufren alergia respiratoria, sobre todo al polen de olivo y de gramíneas, están soportando ya los efectos de una dura primavera, puesto que la previsión es que la floración de ambos cultivos sea más intensa que otros años, debido a la climatología benigna del pasado invierno. El jefe del Servicio de Alergia del hospital Reina Sofía, Francisco Guerra, señala que la provincia de Córdoba ha acumulado entre el otoño y el invierno una cantidad significativa de precipitaciones, lo que unido a unas temperaturas más altas de lo normal en los meses pasados, repercutirá en que durante la presente primavera se produzca una fuerte polinización de olivo y de gramíneas, los cultivos que más alergias causan a los cordobeses.

Además, durante la última semana, en la que los registros polínicos de ciprés han sido bajos, se han registrado en Córdoba concentraciones altas de polen de plátano de sombra, una especie ornamental muy presente en la capital. La coordinadora de la Red Española de Aerobiología (REA), Carmen Galán, apunta que niveles de 50 granos por metro cúbico de polen de plátano de sombra son suficientes para causar síntomas en los alérgicos a la floración de este árbol y estos últimos días se ha superado dicha cantidad.

CALCULOS En cuanto a las gramíneas, Galán precisa que depende mucho de la climatología inminente, si llueve o no, pero con el agua caída este invierno la previsión es que la floración de las herbáceas sea importante y que la misma comience para mediados de abril. Por su parte, la producción de olivar de este año se espera también abundante y lo normal es que para mediados de mayo se estén registrando las concentraciones más altas de este polen. La afectación de los alérgicos se agudizará mucho más si las temperaturas se mantienen altas durante bastantes días y tras este calor llegan después días de viento, lo que desplaza el polen, sobre todo el de olivo, que es el más aerovagante, según el doctor Guerra. "Se da la curiosidad de que si durante la fecha álgida de polinización del olivo en Jaén y Córdoba, que suele coincidir con la primera quincena de mayo, se producen tormentas con vientos de componente sur, los granos de polen pueden viajar en grandes cantidades hasta las provincias de Ciudad Real, Toledo y Madrid, provocando reacciones alérgicas cuando todavía los árboles de estas zonas lejanas de Andalucía no han comenzado a polinizar", explica el jefe de Alergia del Reina Sofía.

Además, existen otros factores que contribuyen a agravar la intensidad de los síntomas de la alergia, como es la polución, que cambia la estructura de las partículas alergénicas y éstas tienen mayor capacidad de causar sensibilidad en los pacientes.

Aunque Córdoba no está al nivel de contaminación de Madrid y Barcelona, el polvo que se levanta, por ejemplo debido al albero en la Feria de Mayo, también perjudica. "El paciente que es alérgico al olivo y a las gramíneas tiene mayor posibilidad de sufrir una crisis en esos días de final de mayo en los que se dan concentraciones de 3.000 a 4.000 granos de polen por metro cúbico de olivo y de 500 a 700 gramíneas", añade Francisco Guerra. En este sentido, Carmen Galán recuerda que por encima de los 100 granos por metro cúbico de polen de olivo y de 25 en el caso de las gramíneas las personas sensibles a la floración de sendos cultivos ya empiezan a notar síntomas.