El consejo de administración de Cajasur aprobó ayer el avance del cierre de cuentas de la entidad para el ejercicio del 2009, un avance reservado destinado a su estudio por el Banco de España que reconoce unos resultados negativos de 596 millones de euros, la mayor parte achacables a la necesidad de dotar los riesgos contraídos por la losa de los créditos inmobiliarios que sufre la caja, según informaron fuentes financieras de solvencia.

Ese avance de cierre se aprobó en un consejo que volvió a ser tenso, el primero al que asistía el coordinador general nombrado para la fusión con Unicaja, Manuel Azuaga, y que terminó con la aprobación del informe con los votos negativos del representante de los trabajadores, José Leiva (Aspromonte) y del representante de IU por la Diputación, Andrés Hens, que ya votaron en contra de la aprobación de los estatutos de la fusión con Unicaja el pasado 13 de enero.

Las cifras son todavía provisionales, y corresponden a la información reservada que las entidades están obligadas a enviar al Banco de España a finales de enero, para, con su estudio y posterior evaluación, hacer el cierre definitivo y la formulación de la cuenta de resultados en marzo. El cierre no tiene por qué ser el mismo, pues depende de la rigidez y el nivel de exigencia con que la autoridad financiera aplique los criterios de garantía de solvencia. En estas pérdidas de Cajasur la mayor parte corresponderá a la dotación de provisiones que ha sido necesario hacer para afrontar el enorme riesgo inmobiliario contraído por la entidad en los años del boom , y que ha devenido en una alta morosidad. Estas dotaciones, al parecer, superan los 400 millones de euros (de los que 230 se han aprovisionado en diciembre), y no había forma de contrarrestarlas con los algo más de dos millones de euros que corresponden al beneficio ordinario de la caja, o con el recorte del 7% en los gastos generales conseguido.

La cifra es superior a la avanzada por la consultora Boston Consulting Group en el plan de negocio elaborado para la fusión de Cajasur con Unicaja, que estimaba el resultado negativo en 528 millones de euros, ya que al mismo se han sumado, según estas mismas fuentes, otras pérdidas del Grupo de Empresas Cajasur (GEC) y depreciaciones de activos del citado grupo por otros 60 millones de euros. La estimación de Boston Consulting fue rechazada en diciembre por el consejo de administración de la caja, en una votación dividida, y posteriormente aceptada con el conjunto del plan de negocio tras una negociación entre Cajasur y Unicaja que concluyó introduciendo algunas consideraciones, pero éstas ya relativas a la futura negociación laboral y del posible cierre de oficinas.

El coordinador general de la fusión, Manuel Azuaga, que se incorporó a sus funciones el miércoles pasado, asistió ayer tarde por primera vez a una sesión ordinaria del consejo de administración de Cajasur, en un acto formal de presentación a los consejeros tras haberse entrevistado la semana pasada con el presidente, vicepresidentes, director general y comité de dirección de la entidad. A Azuaga --que asume amplios poderes ejecutivos para unificar la operativa de ambas cajas hasta las asambleas generales que ratificarán los acuerdos de fusión-- le tocó asistir a un consejo muy duro.

En la sesión hubo palabras tensas del presidente, Santiago Gómez Sierra, y réplicas de consejeros del PSOE en torno a la situación actual y anterior de la caja y al rechazo inicial del consejo a los datos que ofrecía Boston Consulting Group, que finalmente han sido asumidos por la caja cordobesa.