Gente, mucha gente. Y calor, excesivo calor para esta época del año. Así que la Judería, a mediodía de ayer, era un hervidero de turistas en medio de la nueva estampa que proporciona la pasarela que une el Triunfo con el Puente Romano. Por ella, precisamente, pasaban en un continuo ir y venir cientos de personas tomando fotografías hasta ahora inéditas.

"Córdoba es hermosa y por eso volvimos", comentaban Ana, Ingrid e Iván, tres argentinos llegados desde su residencia en Toledo, a los pies de la pasarela. Entre sus planes para los dos días de visita a Córdoba, "ver la Mezquita y pasear por la Judería", eso después de resuelto un inconveniente. "Diga que Córdoba tiene un problema muy grande en esta zona: el aparcamiento", señalaron a modo de crítica.

Mientras, algunos hacían colas en la Mezquita o el Alcázar, otros buscaban una sombra para tomar un helado --¡en noviembre que estamos!-- o intentaban tocar la Puerta del Puente al pasar debajo de ella. Allí estaba, por ejemplo, Jaime, que había llegado con su mujer y sus dos hijos desde Málaga. "Era un viaje pensado desde hace mucho tiempo, pero solo estaremos hoy", se lamentaba. Por eso su recorrido se iba a limitar a visitar la Judería y los monumentos más significativos. Pero aun así, "lo que estamos viendo nos está encantando", señaló sobre la pasarela. "Una buena idea", apuntó. Como también lo hizo Antonio, un cordobés que se acercó para ver la instalación. "Me parece bien mientras terminan las obras, porque además da la posibilidad de ver lo que van descubriendo", añadió este "amante de las piedras".

Para José y María, de Badajoz, con dos días por delante en la ciudad, la Mezquita era su "primera visita", pero en el entorno de ella ya disfrutaban "con Córdoba en general" y con "la visión distinta" que ofrecía la pasarela. Por ella, también excursionistas recién bajados del autocar. Pero estos, ¡ay!, solo de paso.