Antonio Avila y Manuela Molleja, padres de un niño que sufre convulsiones cuando tiene fiebre alta, critican que la Junta de Andalucía no ha escolarizado al menor después de que los docentes del centro en el que se había matriculado se nieguen a suministrarle la medicina en caso de un ataque. "La respuesta fue que si lo hubieran sabido antes, el niño no se habría matriculado", comentó la madre para explicar la reacción de la dirección del centro cuando el primer día de clase se enteraron de la enfermedad del niño. La agencia Efe no ha podido contactar con la dirección del centro para que ofrezcan su versión sobre el asunto.

Según el informe médico, el pequeño, de casi tres años, sufre convulsiones febriles que hacen necesaria la aplicación de una canutela por vía rectal lo más rápido posible antes de llamar a una ambulancia. Manuela aseguró que ningún docente del Colegio Público Colón, centro en el que estaba matriculado su hijo, se quiso hacer cargo de suministrar la medicina al pequeño en caso de crisis. El parte médico explica que es "muy importante que se disponga en el medio familiar y escolar de stesolid rectal para que le sea aplicado de inmediato tras una posible crisis para evitar de esta forma se evitarán complicaciones cerebrales por la prolongación de la crisis".

Ante esta situación, los padres se dirigieron a la Delegación Provincial de Educación de la Junta para solicitar un nuevo centro educativo donde les garanticen la salud del menor. En su opinión, la Junta tiene la obligación de proporcionar un centro al pequeño, ya que lo contrario "sería una discriminación por una cuestión de salud".

En este sentido, el padre del menor aseguró que en la Delegación de Educación, tras exponer el caso a varios funcionarios, "solo nos han estado dado largas hasta que el pasado martes nos comunicaron oficialmente que no iban a escolarizar al niño ni en ese colegio ni en ningún otro porque no podían obligar a los docentes a aplicar la medicina".

Tras esta respuesta, el matrimonio presentó el pasado viernes un escrito ante la Delegación en que explica que su hijo ha sufrido dos convulsiones en menos de un año que requirieron su ingreso en un centro hospitalario, además de que actualmente el niño sigue un tratamiento prescrito por el Servicio de Neurología Pediátrica del Reina Sofía.

No obstante, el padre asegura que la enfermedad de su hijo, que desaparecerá conforme se vaya desarrollando su cerebro, no deja secuelas "simplemente con administrar esa medicación" en el momento de la crisis, algo que "no conlleva ninguna dificultad especial".

El matrimonio reclama a la Junta que busque un nuevo colegio que disponga de un servicio médico, o en su caso, de personal que esté dispuesto a actuar aplicando la medicina. La Delegación de Educación de la Junta confirmó que el caso está actualmente en proceso de estudio, aunque los padres del menor se sienten "desesperados" porque "nos están dando continuamente largas".