Recuperando la huerta tradicional

El desarrollo y profesionalización registrado en el sector agrario a lo largo de los años ha traído efectos beneficiosos de todo tipo, pero también elementos menos positivos como la pérdida de especies locales o autóctonas que, en el pasado, formaban parte de la huerta tradicional cordobesa.

En este contexto, dentro de las actuaciones llevadas a cabo por el Centro Agropecuario Provincial -dependiente de la Diputación de Córdoba- para el fomento y mejora del sector agrícola, destaca la recuperación y mantenimiento del material genético vegetal autóctono de la provincia cordobesa, concretamente de variedades hortícolas.

Actualmente, se indica desde la Diputación, «existe una clara tendencia hacia la recuperación de variedades hortícolas autóctonas de nuestras zonas de cultivo, así como de las antiguas tradiciones culinarias, por lo que comporta de la búsqueda de lo natural y de los antiguos sabores, perdidos por la presión de la mejora genética dirigida principalmente al aumento de los niveles productivos de las variedades hortícolas comerciales». Por ello, desde el citado Centro Agropecuario llevan tiempo trabajando en la línea de recuperación de variedades de especies hortícolas tradicionales (como el tomate, pimiento, habas, cardo, espinaca, melón, sandía, ajo, cebolla, etc.), que tradicionalmente han sido cultivadas en la provincia y que, por motivos comerciales y de envejecimiento de la población rural, se están perdiendo, con el consiguiente peligro de desaparición de un valioso patrimonio genético.

Debido a la gran diversidad agroclimática que se registra en Córdoba, desde las comarcas del norte a la campiña sur, pasando por la sierra cordobesa y el entorno del río Guadalquivir; a las variadas influencias culturales y al cultivo en pequeños huertos familiares, las especies hortícolas tradicionales presentan una enorme diversidad genética.

Por ello, y con la finalidad de no perder este patrimonio vegetal, desde el Centro Agropecuario se apuesta por su recuperación con el fomento de diversas actuaciones como la creación de un Banco de Germoplasma, y la caracterización paralela de dicho material tradicional. Y con la finalidad de recuperar y fomentar estas variedades locales, desde el Centro Agropecuario Provincial también se pone a disposición de los agricultores de los municipios de la provincia el Banco de Semillas referido, «siendo interesante para su mantenimiento y enriquecimiento el intercambio de semillas con los agricultores», apuntan.

Asimismo, esta labor de recuperación también busca poner en valor las variedades hortícolas locales que presentan una mejor adaptacion a las condiciones climáticas presentes y que se prevén en el futuro, estudiando cuáles, por ejemplo, requieren menos consumo de agua o de otros inputs.

Paralelamente esta iniciativa también contribuye a fomentar los huertos urbanos y el consumo de proximidad, que conlleva menos emisiones de gases de efecto invernadero, y por tanto menor huella de carbono, vía el menor transporte que necesitan, entre otras cuestiones.

Además, a través de este proyecto también se han realizado diversas acciones formativas, con la participación de técnicos de la Administración Pública y de asociaciones, cooperativas y empresas que trabajan en la recuperación de este tipo de semillas, tanto en el ámbito de la agricultura ecológica como en los huertos urbanos.

En resumen, un trabajo con las variedades hortícolas autóctonas que «suponen un valioso patrimonio vegetal que debemos proteger y poner en valor», patrimonio que también puede dar claves para mitigar el cambio climático.