Adiós a Molina, un portero de leyenda en el Córdoba CF

El Córdoba CF dice adiós a uno de sus jugadores más emblemáticos en la década de los 70, cuando el club trataba por todos los medios de recuperar la gloria de los años de Primera División en el decenio anterior y se aferraba a un estilo recio y orgulloso que representó a la perfección Molina, su portero entre 1969 y 1977. 

Nacido en Huelva en febrero de 1942, Miguel Ángel Molina Pons ha fallecido en su localidad natal a la edad de 81 años. Sus últimas paradas como profesional las realizó en el CórdobaCF, donde los más veteranos le recuerdan por su sobriedad y carisma. Este próximo domingo, en El Arcángel, ha querido el destino que se crucen los dos clubs que marcaron la trayectoria de Molina: el Córdoba CF, en el que se retiró, y el Recreativo, en el que debutó.

El portero que más partidos disputó

Molina, con 257 partidos oficiales disputados, es el portero que más veces ha defendido en escudo cordobesista en los casi setenta años de vida del club, por delante de iconos como Luna Toledano, Avelino Viña o José Ramón García. Su desempeño fue formidable, ya que estuvo 99 de esos duelos sin encajar goles. Recibió un total de 291 durante ocho temporadas en el Córdoba CF, siete de ellas en Segunda División y una en Primera.

Su nombre está en el libro de oro del cordobesismo por haber sido el titular en la temporada del ascenso a la máxima categoría en la Liga 70-71. No se perdió ni un solo minuto en los 36 partidos de aquella campaña memorable, en la que a las órdenes de Pepe Juncosa había un grupo mayoritariamente local, con talentos emergentes como Verdugo, Torres, Diego, Manolín Cuesta, López Prieto o Cruz Carrascosa, ayudados por veteranos como Mingorance o el mismo Molina, que con 32 años protagonizó la mejor temporada de su carrera en el fútbol.

Con el Córdoba CF acumuló un buen puñado de vivencias de alto calado emocional, incluyendo un salto de categoría, un descenso a Segunda y uno de los encuentros más célebres del club, aquel duelo de la temporada 71-72 contra el Barcelona en El Arcángel en el que los blanquiverdes, con un gol materializado de penalti por Fermín -cedido del Real Madrid, como Vicente Del Bosque-, vencieron a los azulgranas y sirvieron en bandeja la conquista de la Liga a los blancos. El Córdoba, por entonces, ya estaba matemáticamente descendido y cobró una suculenta prima económica por su hazaña desde las arcas del Madrid.

Una amplia trayectoria en Andalucía

Miguel Ángel Molina Pons llegó al Córdoba en 1969 procedente del Cádiz. Antes se había iniciado en el Recreativo de Huelva, en el que se estrenó con 20 años, antes de ser traspasado al Sevilla FC, con el que estuvo seis años en Primera División, siendo suplente, con una cesión al Recre en medio de ese periodo. Tras un paso gris por el Cádiz, llegó al Córdoba como una clara apuesta. Y en El Arcángel triunfó de pleno.

Ignacio Eizaguirre le dio confianza -tenía Molina como compañero en la portería a otro ídolo, José Ramón García- y el onubense respondió. Vivió buenos años en Segunda, un ascenso a Primera y un posterior descenso. Se retiró a los 34 años. En su último partido en El Arcángel, ante el Pontevedra, dejó la portería a cero, antes de colgar definitivamente las botas como profesional en un partido en Castalia que terminó con 3-1 ante un Castellón entrenado por Alfredo Di Stéfano.