La pretemporada del Córdoba CF ha servido para muchas cosas, aunque algunas resaltan por encima de otras. Desde adquirir el rodaje necesario tras las vacaciones, acoplar las nuevas piezas al bloque o adaptarse al sistema de Germán Crespo en esta etapa que ahora comienza en Primera RFEF se debate el protagonismo, aunque también hay un escenario en el que destacan los “tapados” del arlequinado blanquiverde, los futbolistas del filial, donde han sido varios los que se han conseguido labrarse un hueco en los planes del técnico granadino y que ya llaman a las puertas del primer equipo con insistencia. Un contexto en el que se encuentran varios jugadores, que dejan en claro que en El Arcángel siempre hay espacio para los jóvenes talentos de la cantera.
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En ese aspecto, los alumnos aventajados tienen nombre y apellidos: Manolillo Ortiz y Cristian Delgado, las figuras con más protagonismo durante la pretemporada procedentes del Córdoba B y que han firmado unos números nada desdeñables, teniendo incluso más peso que muchos de los jugadores de la primera plantilla. Otros futbolistas con presencia en esta condición han sido Jan Reixach, Adrián Turmo, Matías Barboza, Fer Romero, Lluís Tarrés, Rafael Castillo o incluso Carlos Daniel -con un estreno fulgurante ante el Granada, aunque lesionado desde entonces- y Aitor Brito, este último con menos protagonismo durante la segunda mitad de la preparatoria, donde volvió a ejercitarse a las órdenes de Diego Caro. El elenco de jugones que ha realizado la pretemporada o parte de ella bajo la batuta de Germán Crespo, al que ya conocen, con el punto de mira en dar el salto al primer equipo una vez cerrada su etapa en el filial blanquiverde.
Ejemplos de futbolistas que han sabido llevar a cabo esta empresa se cuentan con facilidad, ya sea por la eminente hornada de promesas o por la estrecha relación de GermánCrespo con los futbolistas del segundo equipo, a los que repetidas veces ha demostrado que no le tiembla en absoluto el pulso a la hora de alinearlos o repartir oportunidades. Actualmente, Carlos Puga es el mejor ejemplo en el bloque blanquiverde, tras un paso fulgurante por el Córdoba CF B, mientras que durante la pasada campaña también se vio emprender el salto a otros futbolistas como Luismi Redondo, Julio Iglesias, Álex Meléndez -hasta su lesión y retirada-o Ricardo Visus, con notable protagonismo para la mayoría, sobre todo para el de Plasencia.
Manolillo, el remedio perfecto
La figura de Manuel Ortiz, más conocido por Manolillo, ha sido una de las que se ha acrecentado de forma mayúscula durante la pretemporada, en la que comenzó sin ser de la partida de futbolistas en dinámica del primer equipo pero en la que ha acabado con un protagonismo arrollador dadas las múltiples bajas en el lateral izquierdo. Suyo ha sido, prácticamente al completo, el costado zurdo durante varias semanas de bolos veraniegos, en los que ha reiterado una y otra vez que ya está listo para cualquier reto.
Más maduro, siempre bien posicionado y con una aportación ofensiva más que notable, el lucentino ha encandilado al cordobesismo -que incluso le ha regalado algunos cánticos y ovaciones expresamente dedicados- con una entrega que también ha sido innegociable y una rápida adaptación que deja visos de un auténtico futbolista de futuro. El Córdoba CF B, sobre el papel disfrutará esta temporada de sus servicios, pero si nada se tuerce, será el Córdoba CF el que tenga un jugón para rato.
Cristian Delgado, un mediocampista total
Lo de Cristian Delgado también ha sido otra de las gratas noticias de la puesta a punto blanquiverde, en la que el malagueño ha suscrito su aportación durante el pasado curso en Segunda RFEF con un rendimiento descomunal desde el mediocampo, con gol incluido para desatascar la cita compleja ante el Pozoblanco (1-2). El canterano podría ser ese ansiado “6” versátil que tantas veces se ha buscado en el mercado, como un remedio casero para subsanar una de las demarcaciones más difíciles de cubrir, o al menos de hacerlo con garantías. Esa ha sido la aportación del ex del Málaga, que ha demostrado una solidez y consistencia casi atípicas para su edad. Tiene solo 20 años.
Fue precisamente la apuesta por Sergio Benito en lugar de otro refuerzo para la medular, como última ficha del primer equipo, una de las facetas sobre las que el joven mediocampista ha sacado más partido, postulándose como una opción de total confianza para los planes de Germán Crespo, al que ya dio la razón durante la campaña 2022-2023 y con el que buscará dar el salto próximamente. Tiene madera.
La aportación al grupo: todos suman
El resto de futbolistas que han entrado en la dinámica de la primera plantilla a lo largo del período de preparación antes del curso también han sumado en buena medida, con fases interesantes en figuras como las de Matías Barboza, Carlos Daniel, Adrián Turmo o Fer Romero, además de la sobradamente conocida solvencia de Lluís Tarrés bajo palos, otro de los bálsamos por excelencia tras la lesión de Jaylan Hankins, que acabó a su vez abandonando la entidad para dar entrada a Pablo Picón, el último fichaje blanquiverde.
El Córdoba CF B, de esta forma, ha armado un nuevo bloque notablemente ilusionante, como respuesta inmediata a la oleada de salidas y con una plantilla confeccionada para optar a todo. La atracción que despierta el cordobesismo ha conseguido seducir a futbolistas sub-23 incluso militantes en Segunda RFEF durante el pasado curso, algo que arma de argumentos a Diego Caro de cara al que se avecina, y también a Germán Crespo en el caso de requerir los servicios de alguna de las muchas joyas incipientes.