Se acabaron los ensayos, las probaturas y los test de pretemporada. El Córdoba CF cierra ahora un capítulo y abre otro incluso más ilusionante, en el que hay puntos en juego, con el ansiado estreno en Liga a la vuelta de la esquina, ante el Unionistas de Salamanca en El Arcángel (sábado, 21.30 horas), y con un registro veraniego al borde del sobresaliente, aunque con matices. Así, los de Germán Crespo han puesto punto y final a su período de preparación previo al debut en Primera RFEF con un bagaje más que positivo en cuanto a números, adaptación de los fichajes, sensaciones e incluso resultados, algo que si bien todavía no se traduce en puntos, sí lo hace en la grandísima dinámica con la que el equipo llega al primer partido del circuito doméstico. Empieza lo bueno.
Al igual que en todas, la pretemporada blanquiverde ha dejado muchas cosas en claro, ciertos factores a mejorar, facetas en las que incidir aunque también nuevas armas que se antojan determinantes para esta campaña, que llega tras culminar un calendario de amistosos de lo más extenso y competido. Del total de nueve compromisos disputados, el saldo es cuanto menos alentador, con una única derrota, dos empates -ambos con sensaciones encontradas, aunque finalmente dando la cara- y hasta seis victorias frente a todo tipo de rivales de todas las categorías. Una puesta a punto a la altura dentro de las expectativas, que arrancó de forma fulgurante, atravesó su momento álgido durante el tramo final y se ha cerrado regalando una contienda tremenda ante un Badajoz que volverá a ser el encargado de cerrar el calendario blanquiverde durante el curso liguero.
La parcela goleadora, por otro lado, también ha sido cuanto menos destacada durante esta fase previa a la disputa de Primera RFEF, con hasta 11 goleadores distintos dentro de los 16 tantos totales anotados por el Córdoba CF a lo largo de sus bolos veraniegos. Antonio Casas, fiel a las viejas costumbres, se ha alzado como el particular pichichi blanquiverde durante el período estival, con tres goles, seguido por Simo Bouzaidi, Sergio Benito y Cedric Teguia, con otras dos dianas. Por detrás, con también una notable aportación, se han colocado Diarra, Miguel De las Cuevas, Cristian Delgado, Álex Bernal, Kike Márquez, José Ruiz y Christian Carracedo, todos con un gol en su casillero. Arrojando un dato significativo: todos los fichajes con evidente vocación ofensiva se han estrenado.
La adaptación de los fichajes
Las caras nuevas de este Córdoba CF han caído en su mayoría de pie en El Arcángel, dando un significativo salto de calidad al bloque que continuó tras marcar todo un precedente en Segunda RFEF, donde ascendió por la vía rápida, y ahora plenamente integrados en la dinámica blanquiverde de la temporada 2022-2023, tras algo más de un mes con la plantilla cerrada, justo desde la incorporación de Cedric Teguia, salvando la reciente incorporación de Pablo Picón para suplir la marcha de Jaylan Hankins, y con espacio para haber afinado en buena medida todos los mecanismos y conceptos necesarios previos al debut liguero, que es inminente.
En este aspecto, los de Germán Crespo llegan con relativa ventaja sobre el resto de rivales que componen el Grupo 1 de Primera RFEF, con algo más de rodaje como equipo en conjunto y con el total de 9 incorporaciones del mercado habiéndose adaptado ya a la particular filosofía y estilo de juego que plantea el granadino. La fórmula que ya dio tan buenos frutos durante el año pasado, como también reconoció el director deportivo blanquiverde, Juan Gutiérrez “Juanito”, ha sido la elegida para repetirse durante la confección del nuevo plantel, siguiendo la misma receta de plantilla cerrada con mucha antelación, fichajes jóvenes -unidos a oportunidades de mercado, como Kike Márquez- y una dupla de futbolistas que bien podría desempeñar la función de titulares prácticamente por cada demarcación sobre el campo.
El resultado final del proyecto, a una semana del inicio de la competición, deja un esquema sumamente equilibrado en el que se ha incorporado figuras de peso, enfocadas precisamente para potenciar el exitoso planteamiento ofensivo del equipo en la búsqueda de este referido “segundo paso”, que buscará el retorno al fútbol profesional dando continuidad a su mentalidad ofensiva, protagonista y vistosa que ya encandiló al cordobesismo durante la campaña de “reconciliación” que supuso la 2021-2022, preludio de algo histórico como espera vivirse en esta que está a punto de comenzar.
Las buenas “sensaciones”, la clave
El mantra del equipo y de Germán Crespo durante esta pretemporada también ha ido mucho más enfocado a las “sensaciones”, pulir “conceptos” y afinar “mecanismos”, que a lo que resultados puramente se refiere, aunque normalmente una cosa ha ido acompañada de la otra, con registros sobresalientes tras cerrar casi una decena de amistosos. Durante la inmensa mayoría de citas, el Córdoba CF ha mostrado las señas que lo llevaron al ascenso durante el pasado curso, aunque también nuevas y afiladas armas como el balón parado o el disparo desde fuera del área, que ha dado un buen rédito a lo largo de la puesta a punto.
Los rivales también han dejado un elenco de pruebas de lo más colorido, con tres frente a adversarios de incluso mayor categoría: victoria ante el Granada (1-0), victoria ante el Almería (1-2) y empate frente al Villarreal B (1-1). Los choques directos ante equipos concurrentes en el Grupo 1 de Primera RFEF para esta temporada también han arrojado un saldo más que positivo, tras vencer al Mérida (3-2), hacer lo propio ante el Linares (1-3) y acariciar la victoria durante el último tramo del choque en Badajoz (1-1), claro indicativo de que el nuevo bloque blanquiverde tiene mimbres prometedores, aunque todavía no conoce cuál es su techo.
El resto de compromisos han deparado cruces ante oponentes como el Sevilla Atlético (2-1), única derrota en el expediente de esta pretemporada, frente al siempre rocoso Pozoblanco (1-2), con victoria sobre la bocina o el duro Xerez DFC (0-2), al que sí se superó con más holgura tras una verdadera batalla en Chapín. La nota una vez cerrado el calendario de amistosos queda así al borde del sobresaliente, con puntualidades y algunas facetas a mejorar una vez inicie el curso, aunque con un escenario totalmente ilusionante a menos de una semana para el reestreno en la categoría de bronce.
