Que Antonio Casas no es un jugador más en el Córdoba CF es un asunto que quedó claro durante unas turbulentas últimas semanas, en las que el asunto de la continuidad del delantero más allá de 2023 -fecha en la que expiraba su contrato- provocó controversia en el cordobesismo y una situación tirante hasta límites que podrían parecer impensables entre una entidad en fase de resurrección y su emergente ídolo local. Al final, todo se arregló. El futbolista prolonga su contrato hasta 2025 y se convierte de ese modo en pieza referencial para el futuro. Esa es la primera consecuencia de una operación que ha sido recibida con alborozo por la afición, que contempla con expectación la labor de reformas que está pilotando el director deportivo, Juanito, tras el ascenso de categoría. Y el caso Casas era -y será a partir de ahora- uno de los ejes para la configuración de la plantilla.
¿Qué ocurrirá ahora con la intención de contratar un "delantero de nivel"? Tanto Juanito como el consejero delegado y presidente, Javier González Calvo, desvelaron durante el transcurso de las negociaciones para la ampliación del contrato de Casas que, en función del desenlace, el club acometería la contratación de un futbolista de ataque para asumir el protagonismo. De hecho, poco después de que desde el club se desvelara que se retiró la oferta a Casas -al no aceptarla su agente, por posturas encontradas en cantidades económicas y variables por objetivos-, la hilera de candidatos salió al ruedo mediático. El principal nombre fue el de Gorka Santamaría, autor de 15 tantos con el Badajoz en la Primera RFEF. El canterano del Athletic de Bilbao, con 26 años y pasado en el Cádiz y el Recre, figuraba en la agenda blanquiverde y es posible que, pese a la continuidad de Casas, su nombre no se haya tachado. Como tampoco el de Jon Cabo, otro producto de la factoría de Lezama, que a sus 21 años hizo dos goles con el filial bilbaino la pasada temporada en Primera RFEF.
Con las mismas piezas... o alguna más
La llegada de refuerzos para la delantera se reorientará, pero se mantiene abierta la idea de rejuvenecer el grupo y mantener unos niveles de competencia interna que funcionaron bien en Segunda RFEF. Ahora, tras el salto de división y el aumento de las exigencias, Juanito no renuncia a dar más consistencia y variedad de perfiles en una punta en la que siguen los mismos del curso anterior: Casas -vinculado ya hasta 2025-, Willy Ledesma y Adrián Fuentes, que actuó en el curso anterior en distintas posiciones -la más frecuente, en el extremo- pero al que se considera en el club, por sus condiciones, un futbolista que en Primera RFEF puede multiplicar sus prestaciones como referencia arriba. Salir a competir en una categoría más alta repitiendo las referencias en la punta -aunque el frente de ataque está siendo remozado ya con ingresos impactantes como el extremo Christian Carracedo y el carrilero José Calderón- será uno de los desafíos para el técnico Germán Crespo.
La vinculación prolongada con Antonio Casas, que será sub-23 en la temporada próxima, supone para el Córdoba CF una operación de réditos múltiples. En lo deportivo se garantiza a un delantero joven, con proyección, que vive el mejor momento de su carrera en el mejor sitio en el que puede estar en estos momentos, según ha reconocido tanto el joven rambleño como su entorno. La apuesta por él le convierte en un activo del club, que mantiene abierto el escaparate ahora ya desde una posición distinta y ventajosa para todos los protagonistas. Las renovaciones previas a venta han sido un ejercicio habitual en etapas recientes, como fueron los casos de Florin Andone y Sergi Guardiola, revalorizados tras ser 'pescados' libres desde el Atlético Baleares o el Recreativo Granada, respectivamente. Casas, joven y con protagonismo, concentrará más focos sobre él tras salir de una categoría de bajo rango como la Segunda RFEF.
