La búsqueda compulsiva de récords está siendo uno de los principales estímulos del Córdoba CF a la hora de mantener en lo más alto el nivel competitivo en el grupo 4 de la Segunda RFEF. Situado en lo más alto de todos los rankings estadísticos individuales y colectivos en lo que respecta a la producción ofensiva, el equipo de Germán Crespo -y el propio entrenador, según ha declarado en varias ocasiones- pretende ser también el mejor en la zona de atrás. A falta de cinco jornadas para la conclusión del campeonato, un desafío apuntado en la agenda de objetivos es concluir el campeonato como el menos goleado del grupo.
Este fin de semana llega una jornada clave. La prioridad del Córdoba CF es vencer en el campo del Mérida (sábado, 19.00 horas), con lo cual sellaría su título de campeón y el ascenso a la Primera RFEF. Uno de los efectos colaterales sería también el asestar un golpe a un adversario en la cúpula del listado de equipos menos goleados: los emeritenses y los cordobesistas comparten el número de tantos recibidos, un total de 22 en 19 partidos. Una hora antes del partido en el Romano José Fouto arrancará el Villanovense-Cacereño, que incidirá en la vida del Córdoba de un modo crucial o tangencial. Si el Cacereño no gana, el Córdoba sería campeón incluso perdiendo. Habría que ver los goles que encaja el Villanovense -tiene 22 en contra- para saber si los blanquiverdes logran también adelantarles como conjunto menos batido de la división.
Ganas por lograr el "equilibrio perfecto"
Ya en las vísperas de la pasada jornada, ante el Villanovense, Crespo desveló las ganas que existen en el Córdoba por apuntarse el récord de equipo menos goleado. Sería una homologación al equilibrio perfecto de un equipo: terminar el campeonato como el que más goles marca y el que menos encaja. En lo de anotar no hay discusión. El Córdoba CF no solo es el mejor de su categoría, sino que lidera el ranking de las principales cuatro divisiones españolas. Ha marcado 72 tantos y ha encajado 22, con una diferencia de 50. Le siguen el Real Madrid, en Primera División, con 37, y el Osasuna B, de Segunda RFEF, con la misma cifra.
Germán Crespo ha logrado, además, mantener protegida su área pese a los cambios constantes en la línea defensiva, especialmente castigada por las lesiones. Pasaron por la enfermería, con percances de distinta consideración, prácticamente todos los componentes de la retaguardia. Especialmente dañiñas han sido las bajas del central José Alonso y el lateral izquierdo Ekaitz Jiménez, dos puntales básicos.
Tras el partido en Mérida, al Córdoba le quedarían dos compromisos en casa (Las Palmas Atlético y Ceuta) y dos salidas (Panadería Pulido San Mateo y Vélez Málaga). Si ya tiene sellado el ascenso, iría a por el mejor expediente posible para una temporada que quedará en la historia como una brillante anomalía.
