Si además de contar con el mejor equipo de la categoría se lleva a su afición, el Córdoba CF es imbatible en cualquier estadio que pise dentro de esta Segunda RFEF que va camino de abandonar pronto. Esta vez le costó. Su partido fue un monumento a la persistencia. El Antequera, bien armado y sobreexcitado, le puso en aprietos hasta los últimos instantes. Los cordobesistas hicieron lo típico: buscaron el gol de todos los modos posibles y el infortunio se les presentó en múltiples formas. En especial a Willy Ledesma, que se marchó ofuscado después de haber rozado la diana al menos en media docena de ocasiones. Al final todo se resolvió con los que ingresaron a última hora, los recursos de urgencia: Casas y Perdomo. El rambleño hizo una de las suyas, escapándose de todos, para dársela al canario, que jugaba sus primeros minutos en toda la segunda vuelta. Su gol alteró el escenario y puso al Córdoba CF más cerca de su destino.

El retorno a la titularidad de Adrián Fuentes y Willy Ledesma, los mayores surtidores de gol, se unió a la incorporación a la retaguardia de dos jóvenes tutelados desde el curso anterior por Crespo: Visus y Puga. El central salió a la palestra por la catarata de bajas en la zona -Alonso y Bernardo Cruz, lesionados; Gudelj, sancionado- y el carrilero derecho ingresó en el lugar de José Ruiz -amenazado de sanción con cuatro tarjetas- para dar una dimensión más profunda a un conjunto que iba con el libreto clásico en el césped y con un aliado extra. Más de un millar de aficionados trasplantaron al Maulí la pasión de El Arcángel. Quien no se estimula ante ese escenario no tiene sangre. Y en este Córdoba de los récords está en ebullición.

Nacho Pérez, el entrenador del Antequera, calcó el once que alineó en Lepe y que ganó por 0-2 al San Roque. Entendió que los protagonistas de la mayor alegría que se llevaron en unas últimas semanas de declive merecían jugar contra el Córdoba. Como premio, se entiende. Los jugadores lo agradecieron con una salida impetuosa, con presión y descaro. El Córdoba fue a lo suyo. Antes de los dos minutos, Willy tuvo la primera en un disparo escorado que le marchó fuera. El de Torremejía lo volvió a intentar poco después de cabeza. Los de Crespo mantenían el control, pero el Antequera no perdía el sitio y se asomaba de vez en cuando al área de Carlos Marín. Más claras eran las situaciones para los blanquiverdes, que enlazaron al cuarto de hora una brillante combinación entre Javi Flores, Willy y De las Cuevas que finalizó con un disparo del alicantino que salió junto al poste. 

Javi Flores controla la pelota en el partido entre el Antequera y el Córdoba CF. CCF / LOF

Lo que el Córdoba posee en el repertorio ofensivo es un arsenal de una magnitud que intimida a los adversarios. Desde Javi Flores a Willy Ledesma, pasando por De las Cuevas, Adrián o Simo, la amenaza es múltiple. Los contrarios hacen lo que pueden. Unos se atrincheran y se dedican a verlas venir, confiando en algo muy complicado: que todos los cordobesistas tengan un mal día. Que podría ocurrir, pero en tal caso Crespo tiene más material en el banquillo. Otros equipos se abrazan a la osadía del combate directo, que suele ser un festival de zancadillas, agarrones y todo tipo de artimañas para parar el juego lo máximo posible y embarrar el ritmo. Ahí tiene el Córdoba a tipos a los que las patadas proporcionan conciencia de su importancia. Si les golpean es porque les temen. Y algunos hasta se crecen. El Córdoba actual tiene el poder de convertir a los rivales en hombres invisibles, arruinando su autoestima y convenciéndoles, como una sesión de hipnosis, de que la derrota digna es una buena opción. Así le sucedió a la mayoría. Esta vez fue diferente. El Antequera, con personalidad, se resistió a ser uno más de tantos que se cruzaron en la vida del Córdoba como figurantes en su fiesta. Lo consiguió. Estuvo a punto de quebrar la impecable racha de los de Crespo en la segunda vuelta, en la que están ganando -en el césped- a todos los rivales.

Los malagueños no desentonaron y supieron sufrir. Iván Moreno voló para sacar un poderoso testarazo de Willy Ledesma tras un buen centro de Puga en el minuto 24. Por entonces, el Córdoba acumulaba méritos ante un Antequera que exprimía sus ocasiones a balón parado sin inquietar demasiado a Marín. El momento de más angustia lo propició Visus, que tocó una pelota que estuvo a punto de entrar en su portería. Peor lo pasaba el meta local, que vio cómo el balón pasaba cerca de su arco tras un cabezazo de De las Cuevas y un trallazo lejano de Simo pasada la media hora.

El Córdoba se sintió especialmente incómodo en el tramo final de la primera parte, en el que el Antequera dio un paso adelante para acercarse con algo más de determinación, aunque sin fruto en cualquier caso en el marcador. Sí logró, al menos, dar un testimonio de valentía ante un contrario que no había sido capaz de transformar su superioridad en una ventaja. 

Willy, a punto de nuevo

La reaparición fue impactante. A los dos minutos, Willy la tuvo franca. El punta trató de colocar una pelota servida por Simo y el disparo le salió desviado junto a la cruceta con el portero a media salida. El Antequera no se arredró. Iván Aguilar no conectó el disparo en un balón que le cayó en el área tras superar a los zagueros cordobesistas. La pelea era ya cuerpo a cuerpo. Las llegadas del Antequera comenzaron a sembrar algo más que inquietud. Sergio García, en el minuto 60, progresó hacia el área y su chut se fue junto al poste de Marín. Los antequeranos vivían sus momentos más inspirados. Visus sacó como buenamente pudo un centro al corazón del área tras una contra de los locales, que se quitaron el corsé para mirar a la cara a un sorprendido Córdoba.

Celebración ante una grada blanquiverde. CCF / LOF

Crespo tomó cartas en el asunto. Retiró a De las Cuevas y Simo para dar entrada a Luismi y Antonio Casas en el minuto 64. En la primera que tocó el rambleño tuvo una ocasión clara: cazó un pase de Fuentes en carrera y soltó un derechazo que salió alto. Willy añadió un par de anotaciones más a su lista de ocasiones que se fueron al limbo, con el Antequera muy crecido en su propuesta. El Córdoba le empujaba, pero había mucho personal en la zona del campo local, lo que complicaba las combinaciones. Aún así, las oportunidades seguían llegando. Willy Ledesma lanzó alto tras un certero servicio de Álex Bernal.

Al Córdoba se le complicaban las cosas en el último cuarto de hora. Ekaitz, que jugaba con molestias, se resintió. Y el Antequera, por medio de Escardó -el mejor de los suyos-, forzó a Marín a realizar una intervención determinante tras un latigazo raso desde lejos. Y al final ocurrió. Casas agarró la pelota y se fue por la tremenda, esquivando zancadillas y agarrones, para pasar la pelota al recién salido Omar Perdomo, rescatado del ostracismo para la ocasión. El canario soltó un disparo certero y batió a Iván Moreno, desatando la locura en El Mauli. Los cánticos resonaban con fuerza. Igual que en El Arcángel.

Ficha técnica:

0 -Antequera: Iván Moreno, Juanjo, Esteban Orozco, Mauro, Sergio Díaz, Luismi, Narbona, Nacho Pais, Sergio García, Iván Aguilar y Escardó.

Cambios: Mawuli por Narbona (58'), Juanma Hernández por Iván Aguilar (75'), Jesús Hoyos por Sergio (81'), Svaljunas por Luismi (81').

1 -Córdoba CF: Carlos Marín, Carlos Puga, José Cruz, Ricardo Visus, Ekaitz Jiménez, Álex Bernal, Javi Flores, Adrián Fuentes, De las Cuevas, Simo y Willy Ledesma. 

Cambios: Luismi por Simo (64'), Casas por De las Cuevas (64'), Julio Iglesias por Álex Bernal (80'), José Ruiz por Carlos Puga (80') y Omar Perdomo por Willy Ledesma (83').

Gol: 0-1 (92') Omar Perdomo.

Árbitro: Expósito Jaramillo (Comité Andaluz).

Tarjetas: Luismi (13'), Escardó (19'), Juanjo (70'), Iván Moreno (88') y roja al portero suplente Eric (90') por parte local y Álex Bernal (22'), Visus (44') y Javi Flores (80') por parte visitante.

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo quinta jornada de Liga en el grupo 4 de la Segunda RFEF disputado en el Estadio El Maulí ante unos 2.500 espectadores, más de la mitad de ellos cordobesistas.