José Manuel Cruz Orozco (Córdoba, 1988) habla pausado, con tranquilidad, a medio tono, sorprendentemente, dos o tres puntos por debajo del cordobés medio. Se nota que lo es cuando habla del pasado, de su entorno, de su familia y de su padre. El punto de sensibilidad que aplica en determinados momentos de la entrevista, el de los recuerdos, hace olvidar por unos segundos que uno está ante un futbolista. Ha vuelto a casa para enfundarse la blanquiverde del Córdoba CF cuando nunca antes la pudo vestir. Y lo ha hecho para ascender.

-A los 16 años sale de Córdoba para buscarse la vida en el fútbol y regresa a los 33 para jugar en el Córdoba CF.

-Sí, siempre que me comentan de cuando yo era pequeño, me recuerdan como un niño con los pelos rubios y una pelota, una naranja, algo redondo conmigo siempre. Un enamorado del deporte y del fútbol y sí, empecé bien pequeño en el equipo de mi colegio, luego estuve en clubs federados de Córdoba y con 16 años salió la propuesta del Real Madrid y no se podía rechazar.

-En un Madrid en el que coincide con Felipe Ramos.

-Sí, desde el primer año que llego, como juvenil de primer año, coincidí con él y tanto sus padres como los míos mantuvieron una amistad hasta estos años.

-¿Comentaron algo este verano, cuando llegó uno y luego el otro?

-Comentamos antes, al principio del verano, pero nada del Córdoba CF. Él sí se reunió con Juanito, pero yo en ese momento no tenía nada del Córdoba CF. Una vez que él firma y me llama para decírmelo, en esa llamada se lo digo yo. Es decir, me entero por un amigo mío común, porque aún no había salido nada publicado, me llama Felipe para decírmelo y le contesto que vamos a ser compañeros y se lo digo: "Yo también voy a firmar".

-Con José Cruz el Córdoba CF firma identidad cordobesa, como se ha pregonado, pero también experiencia, y mucha, en la categoría.

-No sé exactamente, pero creo que llevo 10 u 11 temporadas en lo que era la Segunda B y como dices, con equipos como Jaén, Ferrol, Mérida o Marbella. Equipos que en principio estaban hechos para estar arriba. He tenido la suerte en la mayoría de los equipos, salvo en alguna temporada, de tener continuidad y confianza de los entrenadores. Tengo muchos partidos y experiencia en la categoría y eso es lo que vengo a aportar. Aparte de la gran ilusión que también tengo de poder jugar aquí.

José Cruz, durante la entrevista. Chencho Martínez

-Me llaman la atención dos detalles en su carrera. El más conocido de cuando se marchó al extranjero, pero también uno, justo tras el Real Madrid, en el que jugó en el Sporting B, con mucho protagonismo y no continuó.

-Sí , salgo del Madrid del Tercera División y esa fue la única vez que surgió la posibilidad de venir al Córdoba B, que estaba en Tercera también. Tuve la propuesta del Sporting B, que estaba en Segunda B, y yo quería saltar un escalón en categoría. Llego al Sporting B, que precisamente coincide con que Miguel de las Cuevas está en el primer equipo. Fue muy raro. El primer año jugué todo, estaban muy contentos, le dijeron a mi agente incluso de renovarme con ficha del primer equipo. Mi representante se demoró en subir y por casualidades de la vida echaron a Manolo Preciado, que estaba de entrenador, y también al director deportivo, Emilio de Dios. Entonces se truncó todo. Y como había firmado dos años, acabé y terminé mi etapa allí.

"Tengo muchos partidos y experiencia en la categoría y eso es lo que vengo a aportar. Aparte de la gran ilusión que también tengo de poder jugar aquí"

-O sea, que también conoce a De las Cuevas desde hace más de una década.

-Sí, desde que tengo 22 años. A ver, es verdad que no teníamos relación, nos enfrentábamos y demás, pero poco más, aunque he podido disfrutar de él (risas).

-Hay que hablar del motivo de su llegada: la gran temporada suya personal, en la que había incluso algunos cordobeses que ni le conocían, y la de su equipo, el Linares Deportivo, la pasada temporada. ¿Qué ocurre en un equipo para que, sin esperarlo, firme una temporada de esa manera?

-Sí, en lo de no conocerme algunos cordobeses es porque llevo desde los 16 años fuera de casa. Solo jugué por aquí cerca en Lucena el año que hicimos play off y me volví a marchar. Es complicado, aunque es entendible que la gente no lo sepa. Firmo en Linares cuando asciende y lo hago por circunstancias personales. Mi padre estaba enfermo y decido venirme a Córdoba a vivir y lo que me sale más cercano de Córdoba es el Linares Deportivo. Un proyecto humilde, con gente con hambre, con ilusión, formamos una gran familia en el vestuario y gracias a ello se hizo una temporada histórica allí. Hacía 47 años que no era campeón en Segunda B y personalmente con la confianza del míster, porque jugué casi todos los partidos y a un gran nivel. Llevaba un tiempo sin encontrar ese nivel.

-Ha hablado de la enfermedad de su padre. ¿El fútbol ayuda a cerrar heridas como las abiertas el año pasado?

-Sí, es un poco incongruente o paradójico. Vives una temporada que, en lo personal, es la peor de mi vida por el fallecimiento de mi padre, pero sin embargo a nivel deportivo puede ser de las mejores de mi vida también. Me he dado cuenta de que a nivel mental soy un tío fuerte y que sé transformar las heridas o las dificultades en lograr sobreponerme y demostrar mis virtudes.

-Y en ese contraste de temporada le llega el Córdoba y ni se lo piensa.

-Sí, tenía otro año allí en Linares. Es verdad que me llegó una propuesta muy buena de la Balona, tanto económicamente como deportivamente, porque está en una categoría superior. Pero cuando me vino la propuesta del Córdoba de manera formal y hablé con Juanito, lo cierto es que no me lo pensé. Hablé con mi familia y decidí dejar de ganar algo más de dinero por estar en casa, cumplir el sueño de poder jugar cada dos domingos en El Arcángel y poder disfrutar del cordobesismo desde dentro.

-La familia, encantada.

-(Ríe) Imagínate. Si todo sale bien y gracias a Dios está saliendo bien, a finales de diciembre voy a ser padre, así que imagina… Creo que lo hablamos mucho. Desde arriba creo que mi padre está ayudando a que todo esto salga y de momento se está dando todo bien.

-Se suele decir que el fútbol, lo que te quita un lado te lo da por el otro. Y en su caso parece que hasta en lo personal. El año pasado esa pérdida y ahora en este llega su hijo.

-Sí. Mi padre me decía una frase: “Cuando unos se van, otros vienen”. Y mira. Se fue siendo abuelo sin saberlo, pero son cosas que pasan. También hay un dicho: “Cuando pasa algo malo, algo bueno viene detrás”. Así que a afrontarlo todo con mucha ilusión y muchas ganas.

"Me he dado cuenta de que a nivel mental soy un tío fuerte y que sé transformar las heridas o las dificultades en lograr sobreponerme y demostrar mis virtudes"

-Miguel de las Cuevas remarcaba esta semana el estilo del entrenador. Un estilo atacante que requiere doble concentración por parte de los defensas.

-Creo que la dirección deportiva ha firmado jugadores para jugar a lo que el míster quiere. Un juego de posesión, de ser vertical, de buscar la portería contraria, pero sin descuidar la nuestra. Creo que se ha visto. Se llegaba con dudas de la pretemporada, tanto a nivel atacante como en la defensa, pero creo que se ha visto en estos dos partidos que hemos metido ocho goles, hemos tenido muchas ocasiones de gol y en defensa es verdad que en Jerez nos marcan en el minuto 5, pero no recuerdo ninguna ocasión de ellos después. Y ante el Cádiz B, que es un gran equipo, salvo el gol, en una jugada de estrategia nuestra, que nos marcan el gol, no nos hacen ninguna gran ocasión. Ahí está la cosa: ser un equipo compacto, tanto en ataque como en defensa, para como dice el míster ser los máximos goleadores y los menos goleados de la categoría.

-¿Destacaría algo que le guste especialmente del equipo en el aspecto táctico?

-Yo creo que tenemos un equipo muy compensado. Hay experiencia y juventud. Gente con personalidad, que sabemos que no es fácil jugar en El Arcángel, y necesitamos gente con ilusión, competitiva y con personalidad. Y creo que en el vestuario hay un cómputo de todo.

-No es fácil jugar en El Arcángel, como ha dicho, y usted ha jugado con otra camiseta. ¿El público, después de lo de la pasada temporada, ha de marcar diferencias?

-Sí, está claro. El secreto de todo esto es que estemos todos juntos. Si el público está como el otro día nosotros lo notamos y nos da ese plus extra para dejarnos todo. Y el rival, quieras o no, inconscientemente, cuando le creas una ocasión y otra, nota que juegan también los miles que hay fuera. Se nota. Animo a la gente que siga, que siga como siempre, apoyando y animando también cuando vengan mal dadas. Porque vendrán mal dadas. Nosotros vamos a intentar ganar todos los partidos, tanto en casa como fuera. Pero es complicado, porque al final esto es fútbol y alguna vez perderemos. Y ahí es donde todos tendremos que estar juntos para sacar esto adelante.

José Cruz, durante la entrevista. Chencho Martínez

-Individualmente, con cuatro centrales, Crespo demostró lo que le valora esperándole hasta el final en el estreno liguero. Eso es un chute de confianza.

-Sí, hay mucha competitividad en el grupo dentro de todos los puestos. Tenemos que hacer que esa competencia sea sana. Estoy seguro de que con la gente que hay será así. Me ha transmitido muchísima confianza, porque estuve 14 días sin entrenar con el grupo, entrené el día de antes del partido y me puso titular. Eso yo lo valoro muchísimo e intento devolver esa confianza al míster trabajando diariamente y en el campo.

-¿Para un objetivo como un ascenso, qué importancia le da al ambiente de un vestuario?

-Es clave. Lo he dicho muchas veces. He estado en equipos que se han hecho para estar arriba y en los que hemos tenido éxito se ha dado la casualidad de que se ha formado un gran vestuario, de buenas personas, de gente que arrimaba el hombro, en el que los suplentes eran más importantes que los titulares y es lo que debemos hacer aquí poco a poco. Creo que se está viendo, de momento y de puertas para adentro, no sé si fuera se percibe. En Jerez el partido estaba medio complicado y sale gente del banquillo que te aporta muchísimo. El otro día, ante el Cádiz B, exactamente igual. Tenemos que ir por esa línea. Todos somos importantes. Es verdad que cada jugador tiene su rol según el entrenador marque, pero todos debemos sentirnos importantes y parte de esta temporada.

"Animo a la gente que siga, que siga como siempre, apoyando y animando también cuando vengan mal dadas"

-Debutar con 33 años en el Córdoba CF en una temporada que además se podría coronar con un ascenso. ¿Le ha dado vueltas a eso?

-Ojalá. Debuto con 33 años, pero con la ilusión de un niño pequeño. Lo he dicho siempre, al final es el club de mi familia, de mis amigos, al que yo iba a ver cuando era chico y el sentimiento de pertenencia que tiene un cordobés de jugar en el Córdoba CF es increíble. El tema del ascenso ya sabemos que es el objetivo y, además, es uno de los motivos por los que vine, para intentar ascender y jugar el año que viene en Primera RFEF. Aún está lejano, hay que ir partido a partido, día a día, pero bueno… Dicen que si sueñas, se cumple. Y es verdad que muchas veces me he visto en Las Tendillas celebrando el ascenso.