El Consejo de Ministros aprobó ayer el real decreto que establece la nueva ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales y que permite a los centros académicos ofertar, de forma voluntaria, grados de entre 3 y 4 años y másteres entre 1 y 2 años. El ministro de Educación, José Ignacio Wert, resaltó que, con los datos actuales, la reducción en un año de la duración de los grados que decidan las universidades supondrá un ahorro en el coste de las tasas para las familias de 150 millones de euros. Wert rechazó las críticas sobre que la posible oferta de aumentar a dos años los másteres vaya a encarecer los estudios universitarios porque --explicó-- solo un 20% de los alumnos optan por cursar un máster, pues hoy por hoy no es un requisito imprescindible para acceder al mercado laboral público y privado.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Wert recalcó que "se trata de una medida que busca la alineación con los países más importantes de nuestro entorno" y dijo que los egresados tras tres años de grado también anticiparán un año "su posible incorporación laboral".

PLAN BOLONIA Wert recalcó que el modelo de 4+1 escogido por España en su día al implantar el plan Bolonia es "una rareza en el ámbito europeo", pues solo lo comparten Chipre, Turquía, Armenia, Georgia, Grecia, Kazajistán, Rusia y Ucrania. Garantizó que el contenido del decreto no es ninguna "imposición", ya que las universidades optarán voluntariamente por implantar los grados de 4 años más 1 año de máster, de 3 años de grado más 2 de máster y de 3 años de grado y 1 de máster, y ellas decidirán cuándo hacerlo.

Wert aseguró que la reforma se ha sometido a una "exhaustiva información pública", se ha dado a conocer a las comunidades autónomas y en el Consejo Universitario en el que participan todos los rectores, y el dictamen del Consejo de Estado no ha hecho ninguna observación de carácter "esencial", el ministro. A partir de la entrada en vigor de este decreto las universidades podrán comenzar a implantar las titulaciones de grados de menos de 4 años y no tiene "por qué producirse necesariamente en el curso 2015-16, sino que las universidades podrán optar por una implantación progresiva", según el ministro de Educación.