Un grupo de altos cargos del PP de Málaga --alcaldes, concejales, miembros de la Diputación y alguna senadora-- se organizaron ayer para reventar un acto institucional de la presidenta de la Junta. Susana Díaz hizo noche en un hotel de la capital malagueña porque por la mañana debía asistir al décimo aniversario del Museo Picasso. Una veintena de alcaldes y concejales (del grupo que desde el jueves protagoniza un encierro en la Delegación del Gobierno andaluz para reclamar a la Junta una deuda de 16,7 millones) acudió a las puertas del hotel para protestar. Llevaban pancartas y gritaban "Si la Junta no paga, nos quedamos encerrados".

El coche oficial de la presidenta tuvo que salir por la puerta del párking y cuando pasó junto a los manifestantes fue zarandeado. Uno de ellos grabó el momento y colgó el vídeo en YouTube con este título: La huida de Susana Díaz. En la grabación se ve cómo el vehículo, un Audi de gama alta, avanza despacio entre los manifestantes, y cuando se abre camino en la calle, acelera.

Desde el PSOE-A denunciaron el "escrache violento" que sufrió Díaz por parte de "altos dirigentes del PP". Los socialistas pedirán explicaciones al Ministerio de Interior porque, aseguran, por razones de seguridad el hotel en el que se alojaba la presidenta "sólo lo conocía la Subdelegación del Gobierno (responsable de la policía en Málaga) y sus escoltas". El consejero de la Presidencia, Manuel Jiménez Barrios, pidió al presidente del PP-A, Juan Ignacio Zoido, que identifique a los implicados y rechace lo ocurrido "sin perder un solo minuto", porque "un partido de gobierno como el PP no puede amparar acciones violentas contra las instituciones". Los socialistas criticaron que Zoido censure los escraches cuando los sufre la jueza Alaya, que investiga el caso ERE, pero no condene la "agresión" a Susana Díaz.

Desde el PP de Málaga replicaron que "no hubo zarandeos", que tan sólo querían "cinco minutos" para entregarle a Díaz una carta-manifiesto con sus reivindicaciones, y denunciaron que el coche estuvo a punto de atropellar a algunos. "Si se abalanza contra ellos, tienen que apartarse para evitar ser arrollados", aseguraron.

El suceso no quedó ahí. La presidenta llegó finalmente a la ceremonia en el Museo Picasso, y cuando hubo terminado, un dirigente del PP acreditado en el acto intentó entregarle la carta en persona a Díaz, pero fue interceptado por la policía de escolta, y por el consejero de Educación, Luciano Alonso.

Se trataba del vicesecretario general del PP de Málaga y vicepresidente de la Diputación, Francisco Oblaré, a quien la policía tuvo que pedir que se identificase delante de los asistentes. "Me han parado como si yo fuera un terrorista, cuando solo quería entregar un escrito. Díaz debería dar ejemplo y no permitir que sus gorilas agredan a un vicepresidente de la Diputación", explicó más tarde.

Oblaré anunció que presentará una denuncia en los juzgados por lesiones, y asegura que ni él ni los alcaldes del PP son "criminales". El consejero Alonso, que mantiene buena relación con Oblaré, tildó el suceso de "lamentable" e instó al presidente Rajoy a intervenir porque "el PP andaluz está a la deriva y los populares están alterando profundamente los principios democráticos".

HOMENAJE DESLUCIDO Todo este embrollo hizo que desluciera la efeméride del museo. Diez años se cumplen ya desde que Pablo Ruiz Picasso volvió a la ciudad que le vio nacer a través de un museo en el palacio de Buenavista. Un espacio del que "Málaga ha hecho una referencia internacional" y que "debe seguir avanzando", en palabras de la presidenta de la Junta, Susana Díaz.

En el marco de los actos de conmemoración del décimo aniversario del Museo Picasso Málaga (MPM), numerosas autoridades del mundo de la política, de la cultura y de la vida social se dieron cita en el auditorio de la pinacoteca para rendir homenaje a sus principales artífices; entre ellos, Christine y Bernard Ruiz-Picasso, nuera y nieto, respectivamente, de este genial artista.

Del pintor, Díaz dijo que su figura reúne conceptos como "libertad, creatividad, talento y rebeldía...". También aseguró que "no hay una ciudad en la que la identificación con un artista sea más patente y evidente que en el caso de Málaga y Picasso".