El secretario general del PP andaluz, José Luis Sanz, negó ayer a través de un comunicado que en ningún momento se produjo una situación de acoso por parte de los alcaldes y concelajes populares malagueños a la presidenta de la Junta. "Susana Díaz debería aprender a escuchar las reinvindicaciones de los alcaldes andaluces", dijo Sanz, que instó a la presidenta a dejar de "manipular la realidad de lo ocurrido". "Si el PP hubiera observado un comportamiento de acoso que fuera reprochable no hubiera tenido ningún problema en decirlo ni en reconocerlo", concluyó.

Para contrarrestar las denuncias del PSOE, los populares difundieron entre los medios de comunicación dos imágenes solapadas: en la primera aparece el vicepresidente de la Diputación de Málaga, Francisco Oblaré, a quien un escolta de Susana Díaz impiden que se acerque a ella para entregarle una carta con sus reivindicaciones municipales; y en la segunda, como contraste, aparece el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, recibiendo personalmente una carta de manos del secretario de política municipal del PSOE y portavoz socialista en la Diputación de Málaga, Francisco Conejo.