Ventana a la naturaleza

Día internacional de acción por los ríos

El 14 de marzo se celebró este día que viene desarrollándose desde 1997. En aquel año, Curitiba (Brasil) acogió el Primer Encuentro Internacional por el Movimiento de Pueblos Afectados por Represas. Reunió a representantes de 20 países, para buscar soluciones a los problemas que generaban estas acciones

Monumento natural de los Sotos de la Albolafia en el año 2014, tras la actuación sobre la vegetación.

Monumento natural de los Sotos de la Albolafia en el año 2014, tras la actuación sobre la vegetación. / ARENAS

Desde aquella fecha este evento ha venido extendiéndose cada vez con mayor número de participantes en todo el planeta.

Como se desprende, es un día que busca proponer acciones concretas para disminuir los impactos de las acciones que se realizan sobre los cursos fluviales que han provocado empeoramiento de la conectividad acuática, contaminación y destrucción de grandes ecosistemas con pérdida de flora y fauna y su funcionalidad.

Es muy importante saber diferenciar del día 25 de septiembre, Día Mundial de los Ríos, que está pensado para que se reflexione sobre el significado de la importancia de estos ecosistemas para el futuro de la humanidad. En este sentido, se reconoce su importancia en la economía y el sustento humano; la relación poco respetuosa del hombre con la presencia de aguas residuales sin tratar, plaguicidas y contaminación industrial; la alteración del flujo natural con la construcción de presas y otras infraestructuras; y su importancia para la conservación de la biodiversidad.

En los últimos años, aprovechando la sequía, se ha venido hablando de la destrucción de presas en gran parte de nuestro país. La realidad es bien distinta, se ha tratado de la ejecución de las medidas previstas en la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos que pretende cumplir con los objetivos establecidos en la Directiva Marco del Agua y la Directiva de Evaluación y Gestión de Riesgos de Inundación. Las actuaciones han ido dirigidas a mejorar y recuperar los ecosistemas fluviales para alcanzar un buen estado ecológico de los ríos.

Reserva fluvial del arroyo Guadalora, uno de los mejores sotobosques.

Reserva fluvial del arroyo Guadalora, uno de los mejores sotobosques. / ARENAS

Las acciones estaban previamente acordadas y señaladas, fundamentalmente pequeños azudes y pequeñas presas obsoletas con problemas de seguridad y que ya no cumplían el objetivo por el que se realizaron. De esta forma, se recupera la conectividad transversal y longitudinal y la morfología natural del río. Todo ello compatibilizándolo con los usos actuales del agua y las infraestructuras hidráulicas recogidas en la planificación hidrológica. Estas actuaciones entran de lleno en el motivo por el que se decidió celebrar el día de la acción de los ríos.

En las nuevas concesiones y autorizaciones sobre obras que impliquen el impedir transversalmente que la corriente de agua siga su curso, deberán instalarse dispositivos que garanticen que puedan ser franqueadas por la ictiofauna, especialmente la autóctona. Ya es una obligación legal prevista en las planificaciones de las distintas demarcaciones hidrológicas.

La provincia de Córdoba se distingue por su alto grado de conservación de los ríos

La provincia de Córdoba se caracteriza por tener un alto grado de protección de los ríos, posibilitada por un respeto hacía el bosque de galería desarrollado desde que Andalucía asumió sus competencias en materia forestal y de medio ambiente, allá por el año 1984. Muchos tramos de los cursos fluviales pertenecen a la Red Natura 2000, como Zonas de Especial Conservación, más conocidas con el acrónimo de ZEC. Así, el gran río andaluz por antonomasia, se incluye casi en toda su longitud. El tramo inferior del río Guadajoz, con sus característicos tarajales, los dos ríos que limitan con Ciudad Real y Badajoz, río Guadalmez y río Zújar respectivamente, con su bien conservado bosque de ribera. Dos tramos del río Guadamatilla, arroyo del Tamujar y arroyo de Ventas Nuevas en los Pedroches; y parte de los ríos Guadalbarbo, Cuzna y Gato en Sierra Morena completan esta red de cursos fluviales que aportan su granito de arena a la conservación de la biodiversidad europea.

No se puede olvidar en este punto al monumento natural de los Sotos de la Albolafia en mitad de la ciudad de Córdoba, que en la actualidad ha sido desbordado aguas arriba y abajo por la evolución favorable del estado de conservación de la vegetación y el desplazamiento de las pajareras, todo fruto de una planificada actuación junto a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Ya pide extender la protección.

Tampoco podemos olvidar dos cursos fluviales de grandes valores declarados como Reservas Fluviales en virtud de la legislación de aguas, el arroyo del Bejarano en la sierra de Córdoba y el arroyo del Guadalora en el Parque Natural de la Sierra de Hornachuelos.

El primero requiere cierta actuación para recuperar su funcionamiento hidrogeológico perdido en los últimos años, ya que la conexión entre las aguas subterráneas y el cauce superficial, puede estar afectada por las extracciones y modificaciones de la morfología de la cuenca, producidas en la zona urbanizada de cabecera como reconoce el plan de gestión de este espacio.

No podemos olvidar que el resto de la red hidrográfica presenta un aceptable estado de conservación de su vegetación, si bien es cierto que en materia de aguas se requiere una importante acción para mejorar su estado conservación en casi toda la provincia, ese el reto del futuro.

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