El Aula de Viticultura ofrece algunas pautas para controlar esta enfermedad

El Consejo Regulador de Montilla-Moriles confirma ya las primeras manchas de mildiu en vides

Los agricultores de Montemayor son, por lo general, los primeros en dar la alerta de la presencia de esta epidemia vegetal al contar con viñedos en terrenos arenosos donde la brotación llega antes

La ingeniera agrónoma Ángela Portero muestra un pámpano de vid afectado por mildiu.

La ingeniera agrónoma Ángela Portero muestra un pámpano de vid afectado por mildiu. / José Antonio Aguilar

Juan Pablo Bellido

Juan Pablo Bellido

El Aula de Viticultura del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles ha alertado ya de las primeras manchas de mildiu en varias viñas del término municipal de Montemayor, situadas en el paraje de Las Arenas.

Según detalla el boletín que emite semanalmente la Agrupación de Producción Integrada (API), el aviso por la existencia de estas primeras manchas se registró el 10 de abril y ya ha sido verificado por el Departamento de Sanidad Vegetal de la Delegación Territorial de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta, que ha confirmado, además, otras manchas detectadas en la Sierra de Montilla y en Los Llanos.

Las copiosas lluvias registradas durante el pasado mes de marzo, y que sobrepasaron los 160 litros por metro cuadrado según la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), habrían contribuido a la germinación de las esporas invernantes que originan las primeras manchas de mildiu.

Tras fuertes lluvias

«En esos días de lluvia, los pámpanos tenían en muchos pagos un tamaño de más de diez centímetros, de modo que las hojas estaban receptivas a la infección», detalla Ángela Portero, responsable del Aula de Viticultura, quien no descarta la aparición de nuevas manchas en los próximos días, a tenor de los cálculos del desarrollo teórico de esta epidemia.

«Es necesario tener las viñas protegidas, por lo que es recomendable tratar inmediatamente el mildiu con penetrantes o sistémicos antes de que aparezcan las nuevas manchas y antes de las próximas lluvias previstas», insiste Ángela Portero, quien recuerda que una vez que se detecta la primera mancha, se debe evitar por todos los medios arrancar la hoja afectada de la cepa. «Lo mejor es alertar de inmediato al Departamento de Sanidad Vegetal, a través de los teléfonos 957 001 002 y 957 001 666», recalca.

Los primeros en dar la alerta

Tal y como ha ocurrido este año, los agricultores de Montemayor son, por lo general, los primeros en dar la alerta de la presencia de esta epidemia vegetal, al contar con viñedos en terrenos arenosos, donde la brotación se produce de manera más temprana.

Conocido en otras regiones como añublo o mildeo, este hongo parásito originario de América puede ocasionar daños devastadores en todos los órganos de la planta si el clima le favorece. De hecho, representa una de las enfermedades criptogámicas más peligrosas y de las más temidas por los viticultores porque, cuando la infección es grande, puede devastar toda la producción.

Una vez que se detecta la primera mancha, el Aula de Viticultura del Consejo Regulador da la voz de alarma y los viticultores empiezan a aplicar los tratamientos correspondientes, a base de productos penetrantes y sistémicos que actúan incluso cuando la enfermedad se ha hecho presente en la planta. De esta forma, a los viñedos afectados se les pueden aplicar tratamientos a base de cobre.

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