Bodegas Pérez Barquero, una de las firmas de referencia de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles, ha dado un paso más en la diversificación de su amplia gama de vinos con la presentación de Brut Nature G1, un nuevo espumoso «con alma de generoso».

La colaboración entre la firma montillana y el Grupo de Investigación Viticultura y Enología (Vitenol), dirigido por Juan José Moreno, catedrático de la Universidad de Córdoba, ha permitido avanzar en la elaboración de nuevos vinos espumosos con las variedades de uva y las levaduras autóctonas de la zona Montilla-Moriles y un vino generoso viejo como licor de expedición.

Pérez Barquero Brut Nature G1 «es fruto de una larga experiencia de I+D+i en colaboración con el Grupo Vitenol de la Universidad de Córdoba y, sin duda, ha representado para nosotros todo un reto tecnológico», en palabras de Adela Córdoba, responsable de Marketing de Pérez Barquero, un grupo empresarial integrado por cuatro bodegas de la DOP Montilla-Moriles: Gracia Hermanos, Compañía Vinícola del Sur, Tomás García y Pérez Barquero.

Los investigadores del Grupo Vitenol de la UCO, junto a los enólogos de Pérez Barquero, han logrado realizar la segunda fermentación en botella con levadura autóctona de velo de flor, un proceso innovador bautizado como «G1», dado que esta levadura fue aislada en la primera mitad de los años ochenta, procedente de las botas de roble americano que se custodian en Bodegas Gracia.

Así, el nuevo espumoso ha sido elaborado con el método tradicional champenoise al que, tras su fase de degüelle, se le añade como licor de expedición un generoso viejo. «El resultado es un vino espumoso único, genuino, distinto a todo lo que hasta el momento existe en el mercado», reconoce el responsable del Grupo Vitenol de la UCO, quien resalta que la innovación desarrollada para este espumoso «conecta directamente con las líneas de investigación más actuales», enfocadas al desarrollo de una «enología de precisión» que ya se lleva a cabo en países que cuentan con una fuerte tradición vitivinícola.

En este caso, el uso de una levadura autóctona seleccionada y adaptada a unas condiciones concretas, unida a su aplicación en el momento adecuado del proceso de elaboración del vino espumoso, han permitido crear un producto nuevo y, de este modo, ampliar la oferta de vinos elaborados en la zona Montilla-Moriles.

Pero, además del velo de flor, este espumoso autóctono de Pérez Barquero «está muy ligado al suelo, al terruño», como indica Adela Córdoba, quien aclara que los suelos de albariza donde se cultivan los viñedos de la firma se formaron en el mismo periodo geológico que la Craie en la Champaña, la zona más prestigiosa en elaboración de vinos espumosos, por lo que «el aporte de los suelos calizos une inexorablemente el perfil organoléptico de ambos vinos».

«Hay otras similitudes inspiradoras –reconoce la responsable de Marketing–, como la segunda intervención de levaduras, tanto en el proceso de producción según el método tradicional champenoise como en la crianza biológica bajo velo de flor nuestros finos».