Estas son las tres enfermedades que se combaten comiendo semillas de chía

Las semillas de chía son uno de esos ingredientes que, en los últimos meses se han puesto de moda: para recetas de ensaladas, de tostadas, para echar a nuestros postres o a nuestros desayunos.

Sin duda, la explicación que está detrás de esta tendencia es la búsqueda activa y cada vez más masiva de opciones de alimentación saludables y naturales. Cada vez son más las personas que quieren cuidar qué comen para controlar su colesterol, su peso o para ayudar a prevenir enfermedades.

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La chía no solo es un alimento muy versátil que podemos utilizar para distintas recetas en nuestra cocina, también tiene múltiples propiedades que pueden ser útiles a la hora de enfrentarnos a combatir distintas enfermedades crónicas.

Diabetes tipo 2

Las semillas de chía pueden ser útiles a la hora de combatir la diabetes tipo 2: una enfermedad crónica que perjudica a millones de personas en todo el mundo y que se caracteriza por la resistencia a la insulina o la dificultad para producir esta hormona provocando unos elevados niveles de azúcar en la sangre: un componente esencial para evitar desde daños renales hasta neuropatías y enfermedades cardiovasculares.

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En este sentido las semillas de chía son una buena fuente de fibra soluble: un componente que puede ayudar a mantener a raya los niveles de azúcar en la sangre disminuyendo la velocidad con la que se asimilan los carbohidratos y por tanto la sensibilidad a la insulina.

Además, los estudios aseguran que consumir semillas de chía de forma regular contribuye a disminuir los niveles de hemoglobina A1c.

Enfermedades cardiovasculares

Cuando hablamos de enfermedades cardiovasculares nos referimos tanto a enfermedades del corazón como a accidentes cerebrovasculares que, además, son una de las principales causas de muerte en todo el mundo.

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El riesgo de sufrir alguna de estas patologías se incrementa gracias a factores como el colesterol alto, la presión arterial elevada o la inflamación crónica. Por esta razón, las semillas de chía y su importante composición de ácidos grasos omega-3 que ayudan a cuidar la salud cardiovascular y a disminuir los niveles de colesterol LDL ("malo") y triglicéridos y que mejoran la función edotelial y reducen la presión arterial.

Síndrome del intestino irritable

Otra de las enfermedades para la que el consumo de semillas de chía puede ser beneficioso es el síndrome del intestino irritable: un trastorno gastrointestinal común que se caracteriza por el dolor abdominal, el hinchazón, el estreñimiento o la diarrea. Esta enfermedad, de la que se desconoce la causa exacta todavía, puede deberse a factores como la dieta, el estrés o la disbiosis intestinal.

Consumir semillas de chía, que contiene un gel mucilaginoso soluble en agua, puede ayudar a suavizar las heces y promover la regularidad intestinal, aliviando así el estreñimiento y la diarrea asociados con el SII.