El Rey salió ayer a navegar con el Fortuna y comió en alta mar con la tripulación del barco. Los técnicos de mantenimiento habían aconsejado mover el yate, que lleva mucho tiempo sin salir de puerto, y el Monarca decidió acompañar a la tripulación, según confirmó la Casa Real.

Juan Carlos embarcó en Mallorca a las nueve de la mañana y regresó a las cinco de la tarde. Desde que se decidió recortar gastos, la familia real salía a navegar con el Fortuna de forma excepcional ya que llenar el depósito cuesta más de 25.000 euros. En su lugar utilizaban la lancha Somni, propiedad del armador Josep Cusí, que la pone a disposición del Rey todos los veranos. El Fortuna, que fue un regalo de los empresarios y banqueros de Baleares al Monarca, está valorado en 18 millones de euros y ha pasado a ser propiedad de Patrimonio Nacional, que se encarga de su mantenimiento y puesta a punto.

El año pasado, la familia real salió a navegar con el barco en una ocasión, la misma en la que los paparazis pillaron a Letizia en biquini. Las fotografías fueron realizadas desde un barco en un paraje protegido cercano a la pequeña isla balear de Cabrera, una zona muy exclusiva.