Lucena se prepara para vivir y disfrutar las fechas más importantes de su calendario en unos días de primavera mágicos en todos los sentidos. Se trata de un grandioso programa que se abre algunos años incluso con la celebración de la Semana Santa, cuando esta aparece más tardía en el calendario. Prosigue luego con eventos como la siempre esperada procesión de bajada de María Santísima de Araceli, alcanzando el cénit en las Fiestas Aracelitanas y el Día de la Virgen, y culminando a primeros de junio con la de la procesión de subida. Esta procesión suele dejar en algunas personas una nota de cierta tristeza, pues la patrona de la ciudad y del campo andaluz nos deja para volver al templo serrano, aún cuando no nos olvida, pues, como reza la letra de su himno, está en la cumbre guardando a Lucena.

Estos días son, sin duda alguna, la base de unas tradiciones locales en las que se mezclan sentimientos, devoción y recuerdos. Por ello, Lucena vibra con sus pasos procesionales y sus imágenes, y, por supuesto, con la santería, todo lo cual es motivo de admiración para quienes visitan la ciudad con motivo de los eventos lúdicos y religiosos. La santería ya cuenta con una magna exposición permanente en los sótanos de la recuperada iglesia de San Pedro Mártir de Verona. Dicha exposición fue bendecida por el cardenal Carlos Amigo Vallejo y merece ser visitada para descubrir las raíces de una santería que, por desgracia, ha estado de luto esta Semana Santa con la muerte de José Ranchal, gran santero de Jesús Nazareno y excelente persona.