Cisma en Podemos por la línea oficial sobre la crisis en Cataluña. El malestar que palpitaba en las reuniones del partido de Pablo Iglesias emergió a la luz ayer con las declaraciones de Carolina Bescansa. La cofundadora de la formación morada expresó que ella, como otras voces internas, no comparten la posición que impone la dirección sobre la crisis catalana. Consideran que Podemos ha asumido en exceso las tesis independentistas y ha olvidado su naturaleza de proyecto estatal.

«Todo el mundo sabe que me gustaría un Podemos que le hablase más a España y hablase más a los españoles, no solamente a los independentistas y hay muchas personas en Podemos que sienten lo mismo que siento yo», se desmarcó, en unas declaraciones que causaron una sacudida en la cúpula podemista.

DESTITUCIÓN

Carolina Bescansa fue destituida el pasado lunes como vocal en la Comisión Constitucional del Congreso, donde será sustituida por la portavoz del partido, Irene Montero, después de manifestar sus discrepancias al discurso asumido por Podemos en septiembre, en sintonía con el 1 de octubre.

No es la única que está en contra de la línea oficial sobre la crisis en Cataluña. Personas de la máxima confianza de Iglesias han reprochado a miembros del equipo del líder que la argumentación ha sido demasiado tibia con Carles Puigdemont. Además del círculo más afín al líder, también algunos dirigentes territoriales han demostrado su desacuerdo con Iglesias. Las declaraciones de Bescansa cayeron como un jarro de agua fría en la dirección. Iglesias y parte de su equipo más cercano abandonaron el pleno antes de que terminase. Poco después, cierre de filas: cargos territoriales afines al pablismo mostraron su adhesión al jefe podemista en una intensa actividad que Podemos relanzó desde sus redes sociales. Sin embargo, mientras el oficialismo limitaba el alcance de la discusión, desde Andalucía, la portavoz adjunta de Podemos confirmó a Bescansa. Esperanza Gómez señaló que la posición de la cofundadora la comparte «toda la organización» y que el partido «no ha sabido explicar» el modelo de Estado que defiende.

Pablo Iglesias contestó ante los medios y dijo respetar las opiniones de Bescansa y puso voz al nuevo argumentario, algo renovado tras las quejas internas. Habló de «la unidad» de España, dijo que «está en riesgo», y se distanció de Puigdemont. «Nosotros no hemos estado nunca de acuerdo con los independentistas», alegó.

El cambio en el discurso tras las críticas se plasmó este lunes en una carta que Pablo Iglesias envió a sus bases para clarificar su posición.

El vaivén podemista ha sido sustantivo. Iglesias mantuvo hasta el pasado mes de julio su distancia con el referéndum, lo que propició una bronca con el líder de Podem, Albano Dante Fachin. Tras una tensa cena con el vicepresidente Oriol Junqueras a finales de agosto, sin embargo, Iglesias suavizó su discurso e incluyó guiños al independentismo.