El 'president' de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha aprovechado un mítin del PDECat en Sant Cugat del Vallès para comparar reiteradamente al Gobierno y las instituciones del Estado con el franquismo, ha asegurado que la ciudadanía está todavía más movilizada para participar en el referéndum y frente a los reveses del Gobierno a la organización de la consulta ha insistido en que "a cada obstáculo una respuesta". También ha tenido palabras de apoyo por los cargos del Govern y trabajdores detenidos el miércoles por la Guardia Civil y hoy puestos en libertad, en una actuación sobre la que ha dicho: "No hay derecho en privar de libertad a gente que intenta que la gente vote".

Las referencias al franquismo han sido constantes y han culimando con la afirmación final, cuando Puigdemotn ha recordado que la operación de la Guardia Civil contra el 1-O se llama "Anubis", dios egipcio de la muerte y las tumbas. "Ya sabemos de qué tumba son guardianes estos señores, está en el Valle de los caídos", ha espetado, logrando una ovación de los militantes y cargos posconvergentes. "Nos quieren enterrar y no saben que somos semilla", ha concluido, citando un texto que una mujer ha colgado en el muro de Facebook del 'president'

No sólo por la independencia

Las referencias de Puigdemont al franquismo han sido constantes. Como cuando ha denunciado que algunos artículos de la Constitución los redactó ese régimen. Y por ello ha animado a votar el 1-O no sólo por la indepedencia sino "por si queremos estar en un país que suspenda las libertades, en el que no puedes ni discrepar sin que tengas a un agente de seguridad detrás intentando pringarte, con una querella garantizada, o un país que lo podamos hacer de abajo arriba entre todos sin vicios heredados, digámoslo claro, del franquismo".

Otra referencia al antiguo régimen la ha introducido al hablar del proceso constituyente para construir la Constitución catalana. "¿Cómo pueden evitar que la gente no se entusiasme, tenga unas ganas enormes de querer hacer un proceso constituyente que por primera vez nos brindará la oportunidad de hacer una Constitución de abajo arriba sin que en la habitación de al lado haya un militar franquista vigilando lo que ponemos?", ha espetado.

Más movilización

Puigdemont ha sostenido que existe una mayor movilización que hace unos días cara al referéndum pero ha pedido que cada militante convenza a siete personas de la necesidad de ir a votar. "Claro que votaremos", han sido sus primeras palabras al comenzar el discurso. Un discurso con numerosas referencias sarcástica a la operación del Estado contra el referéndum como el uso de tres cruceros para alojar a los refuerzos policiales enviados por el Estado. "Después de esperar tanques por la Diagonal ahora resulta que vienen los barcos a nuestros puertos", ha ironizado. Y ha cargado contra el coste 300.000 euros diarios según ha dicho, de la operación de los tres barcos.

Puigdemont ha tenido palabras de apoyo para los cargos del Govern y responsables de empresas detenidos el miércoles pasado y hoy puestos en libertad y ha cargado contra la decision dei fiscal general del Estado de citar a más de 710 alcaldes por una cuestión de intenciones sin haber, ha dicho, cometido delito alguno. "Esto es propio de dictaduras".

También ha cargado contra el Constitucional por amenazar con multas a los miembros de la -ya disuelota- Sindicatura Electoral y contra Josep Maria Jové, número dos de la 'conselleria' de Economía. "El TC ha vuelto a escribir otra página vergonzosa de su historia decretando multas dictadas por la Moncloa a quienes quieren hacer posible el reférendum; la Constitución no es la garnatía de los derechos básicos que nos han estado contando durante 40 años, no lo es", ha denunciado.

Por todo ello ha denunciado que el Estado ha suspendido la autonomía catalana y aplicado un estado de excepción por la puerta de atrás "sin aguantar un simple debata parlamentario de la vergüenza que sienten de usar mecanismos no propios de un Estado de derecho para intentar qeu el 1-O no vayáis a votar".

"Estamos bien vivos"

Tras estas denuncias, Puigdemont se ha reafirmado en la celebración del referéndum: "A nueve días del referéndum estamos bien vivos, despuertos y con la cabeza bien alta, con el miedo en el armario y la esperanza en la puerta, más movilizados que nunca". Puigdemont ha cerrado el mítin en el que han participado también la coordinadora general del PDECat, Marta Pascal, y la alcaldesa de Sant Cugat, Mercè Conesa.