Alas 11 horas de esta mañana, los equipos negociadores de PP y Ciudadanos se reunirán en el Congreso en lo que se considera el inicio de un diálogo exprés, dado que los dirigentes tendrán solo una semana para concretar el centenar de medidas que el partido de Albert Rivera quiere abordar antes de dar su sí a Mariano Rajoy.

Los 12 miembros que integran las delegaciones de ambos partidos han pasado el fin de semana intercambiando documentación justamente para agilizar al máximo las conversaciones y no perderse en prolegómenos. Mientras ese trabajo se desarrolla fuera de los focos, el candidato del PP, que ha pasado el fin de semana en Pontevedra y ha tratado de relajarse con sus ya habituales paseos por el campo, exhortó al líder del PSOE, Pedro Sánchez, a que reconduzca su decisión, le permita ser presidente y dé también su voto afirmativo a los presupuestos del 2017.

Rajoy lamentó que hasta ahora no haya sido posible siquiera mantener una interlocución fluida con el PSOE, pero dijo que esperaba que esto cambiase para tener Gobierno y «no generar más problemas de los que la vida nos trae». No obstante, en su ánimo no está «generar más polémicas» y sí construir, porque ir a unas terceras elecciones generales, que serían en Navidad, semejaría un «disparate» en palabras del presidente en funciones.

Mariano Rajoy, se someterá al debate de investidura en el Congreso el 30 y 31 de agosto, después de haber aceptado las condiciones que le planteó Ciudadanos para iniciar las negociaciones, que comenzaron con la firma del pacto anticorrupción y una primera reunión.

Entre estas propuestas aparece la obligatoriedad de que los partidos políticos elijan a sus cúpulas directivas a través de procesos de primarias. Rajoy volvió a mostrar, sin embargo, sus reticencias a aprobar esta medida y será en la negociación dónde se verá quien gana el pulso definitivo de su implantación.

Respecto a los hipotéticos presupuestos generales del 2017 presentados por un jecutivo del PP, el actual presidente en funciones insistió en que la actitud que está demostrando el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, hace que «ni siquiera sepa cuáles van a ser». Rajoy, que una vez finalizada la caminata de ayer acudió a un bar cercano al Monasterio de Armenteira, donde se paró a hablar con los medios de comunicación presentes, calificó esa actitud como con «bastante poco sentido».

Por su parte, la vicesecretaria de estudios y programas del PP, Andrea Levy, fue directa. Pidió a Sánchez «que vuelva de vacaciones» y asuma la responsabilidad de afrontar la formación de un Gobierno que ponga fin a la «anomalía» que vive el país.