Como cada noche de Halloween, un grupo de 13 magos y expertos en la vida y obra de Harry Houdini se sentaron el martes alrededor de una mesa en el Centro de Historia Judía de Nueva York e invocaron al espíritu del maestro del escapismo y la magia. Como cada año desde 1926, cuando Houdini murió por una peritonitis en un hospital de Detroit, no hubo respuesta. Ni siquiera una señal.

No se extrañarán mucho quienes sepan de la desconfianza que el maestro de la ilusión sintió en vida hacía muchos de los que se atribuían poderes sobrenaturales para contactar a los muertos y otros espíritus. Pero tampoco se extrañarán de la reunión anual quienes sepan que, justo para mostrar su desconfianza hacia esos charlatanes, Houdini le dejó a su esposa, Wilhemine Beatrice Rahner, un mensaje secreto que le repetiría desde el más allá para que ella supiera que realmente era él.

Este año, pese a que el resultado de la reunión en el local del barrio de Chelsea acabó siendo el de todos los anteriores y no hubo mensaje alguno de ultratumba, la expectación era bastante mayor. El martes, cuando se cumplía el 80 aniversario de la muerte del ilusionista, llegó a las librerías de Estados Unidos La vida secreta de Houdini , una nueva biografía firmada tras una década de investigación por William Kalush y Larry Sloman. En las 560 páginas del libro se desvela justamente lo que anuncia el título, secretos, y algunos son bastante jugosos.

Kalush y Sloman aseguran, por ejemplo, que el mago trabajó para los servicios de espionaje de Scotland Yard en Alemania y Rusia y para el servicio secreto de EEUU. Apoyan su afirmación en parte de las 700.000 páginas de documentación que han analizado y, ante todo, en el diario de William Melville, un maestro de espías británico que cita en numerosas ocasiones a Houdini en sus escritos. Según los biógrafos, Melville acordó apoyar a Houdini en su ascenso al estrellato a cambio de que trabajara para el MI-5.

Pero éste no es el único secreto. A diferencia de las primeras biografías sobre el mago, que le retrataban como un marido fiel, Kalush y Sloman desempolvan episodios que le dieron la fama de galán rompecorazones. Una de esas aventuras, la que le relaciona con una mujer escocesa llamada Mary McGregor.