Doscientas piezas testimonian en La Cuna de la Humanidad cómo surgió el género humano hace casi cuatro millones de años hasta llegar al momento actual, y recorren en Burgos la evolución humana africana, a través de los yacimientos de Garganta de Oduvai y Letoli, y la europea, por medio de Atapuerca. La muestra ofrece la oportunidad única de conocer, en un mismo edificio, el Museo de la Evolución Humana de Burgos, la evolución humana africana y la europea.

La consejera de Cultura y Turismo, Alicia García, y el director científico del Museo de la Evolución Humana, Juan Luis Arsuaga, han inaugurado la muestra, organizada por la Junta de Castilla y León y la Comunidad de Madrid, a través del Museo Arqueológico Regional. Para Arsuaga con esta consecusión se ha visto cumplido el sueño con el que iniciaron el diseño de este Museo.

Por su parte, la consejera ha destacado que este proyecto surge de la convergencia de varias ideas, como son la de transmitir a la sociedad los hallazgos de Atapuerca, homenajear a la investigación durante los siglos XX y XXI y servir de homenaje de Castilla y León a la figura de Emiliano Aguirre. Alicia García ha anotado que, por todo ello, la muestra supondrá además un aliciente añadido para los participantes en el XVII Congreso Internacional de la Asociación Científica Internacional de Ciencias Prehistóricas y Protohistóricas que se celebrará en Burgos en septiembre.

La muestra se articula en torno a cinco grandes ámbitos, en los que se narra la importancia arqueológica y paleontológica de esta zona del norte de Tanzania donde se hallan representadas todas las etapas de la evolución humana.

La Cuna de la Humanidad permite complementar y ampliar la información de la exposición del Museo de la Evolución Humana y abrir nuevas perspectivas y relaciones en el discurso expositivo del centro burgalés.