El escritor cordobés Joaquín Pérez Azaústre presenta esta noche a las 20.00 horas en la República de las Letras su primera antología poética: Ella estaba detrás del laberinto (Frida Ediciones, 2016). Pérez Azzústre, que ha escrito ya seis libros de poemas, tendrá dos padrinos de excepción: el poeta y ensayista José Luis Rey y el poeta y recién estrenado novelista José Daniel García.

La obra ha sido prologada por Ismael Serrano, amigo del autor desde su estancia en la Residencia de Estudiantes. Serrano considera a Pérez Azaústre, con el que ha compartido «gin-tonics, almuerzos, viajes y soledad», como «uno de los poetas imprescindibles de su generación» y destaca la conexión de su obra con el cine y la música. «A la gente le gusta la poesía y la verdad y este libro está lleno de ambas cosas», concluye.

Pérez Azaústre, en declaraciones a este periódico, se mostraba ayer «muy contento» por publicar con Frida Ediciones, «una editorial nueva, con presencia, que está creando un verdadero movimiento poético, que ha abierto la poesía a un público joven muy amplio, y esto es muy motivador».

La selección de los poemas la ha hecho el propio autor durante un par de semanas en Navidad, una tarea que ha sido para él, según explica, «muy estimulante y emotiva», porque «uno se reencuentra y se mide con el poeta que fue, se obliga a revisarse a sí mismo». Señala que le gusta más el concepto de antología que el de poesía reunida, porque «me es muy afín la idea de la selección, esa síntesis de uno mismo», lo que le ha dado al libro una coherencia que no tendría de otro modo. Admite que, a través del hilo poético de su obra, aunque hay cierto aire de familia, con líneas comunes que se van afinando, como la búsqueda de la identidad, el desencanto por la pérdida, el dolor, la asimilación del paso de tiempo y el amor como redención, en cada nuevo libro se aprecia un cambio de simbología y registro. «Al final he acabado siendo lo que pretendía: un poeta que no se ciñe a un solo discurso estético, sino que trata de mutar y tentarse en cada nuevo libro, hacia un nuevo lenguaje».

El título, Ella estaba detrás del laberinto, pertenece a un verso del poema Laberinto, incluido en el libro Las Ollerías. Ese «Ella» que estaba «detrás del laberinto», explica, «no alude solamente al sujeto amado, sino también a todas las cosas valiosas de la vida, lo que de verdad nos mueve y nos conmueve, por las que a veces tenemos que atravesar auténticos laberintos vitales. Todo lo hermoso está detrás del laberinto».

Joaquín Pérez Azaústre (Córdoba, 1976) ha publicado entre otros los poemarios Una interpretación, Las Ollerías y Vida y leyenda del jinete eléctrico.