Su Santidad, el Papa Francisco, ha mantenido un nuevo diálogo con las Hermanas Carmelitas Descalzas de Lucena. Así lo ha confirmado el vicario episcopal de la Campiña y párroco de San Mateo, David Aguilera Malagón, que ha vuelto a manifestar el júbilo y la alegría que han experimentado las hermanas Carmelitas al recibir esta nueva llamada telefónica.

Según ha expresado la priora del Convento de San José, de la congregación Carmelita, sor Adriana de Jesús Crucificado, el Papa Francisco siempre las sorprende y así ha ocurrido este sábado al ponerse, de nuevo, en contacto con esta Comunidad de clausura para trasladarle su cariño, cercanía y recuerdo afectuoso al pueblo de Lucena.

Cabe significar, que, en el transcurso de la conversación, el Papa Francisco deja el mensaje de que "el demonio entra por el bolsillo", con lo que se ha referido a la excesiva dependencia monetaria que tiene el mundo actual.

Con esta ya son varias las llamadas del Papa Francisco a sor Adriana, de nacionalidad argentina, como otras dos monjas que viven en este convento. La primera llamada fue hace dos años y felicitaba a las monjas y al pueblo de Lucena. Se da la circunstancia de que en un par de ocasiones, al igual que ahora, el papa dejó un mensaje previo en el contestador telefónico.

En uno de estos mensajes, el Papa pidió a las monjas que rezasen por la unidad de los cristianos y de las familias y que vivan la austeridad y la pobreza. El Papa también ha querido felicitar en otras ocasiones a las Carmelitas Descalzas de Lucena con motivo del fin de año. En una de las ocasiones lo intentó y como le salió el contestador automático, dejó grabado un mensaje diciendo: "que estarán haciendo las monjas que no me pueden atender. Soy el Papa Francisco y las quería saludar con motivo de este fin de año. Voy a ver si un poco más tarde las puedo llamar, que Dios las bendiga".

Con estos mensajes, el Papa demuestra sus lazos de amistad con las monjas argentinas del convento, a las que conoce desde su etapa en Buenos Aires.