Las denuncias interpuestas por numerosos vecinos al Ayuntamiento de Puente Genil debido a las molestias que provoca la celebración de fiestas y verbenas populares han llevado al equipo de Gobierno a trasladar algunos de estos eventos a la Caseta Municipal. Una medida que entrará en vigor a partir de este año después del anuncio oficial por parte de la concejala de Festejos, Mariola González.

Los colectivos que suelen organizar este tipo de eventos con asiduidad han sido informados sobre este asunto, así como de que la delegación de Festejos llevará a cabo un acondicionamiento de la Caseta Municipal. Para ello, pondrá a disposición de los organizadores todos los elementos necesarios para el desarrollo de una celebración. Así, contará con un escenario, luz de sala e incluso con carpas y toldos para que el espacio esté cubierto en algunos puntos.

CUMPLIR HORARIOS

Esta medida afectará, en cualquier caso, a las verbenas y fiestas no tradicionales de Puente Genil. Por tanto, las de índole tradicional aún podrán celebrarse tanto en los barrios como en las aldeas correspondientes, aunque sus organizadores tendrán que dar cumplimiento a los horarios fijados para el corte de música (las cuatro de la madrugada) y el desalojo (las cinco de la madrugada). Sin embargo, aquellas actividades que se lleven a cabo en la Caseta Municipal podrán desarrollar sus actividades con normalidad sin establecerse límite de horarios.

Han sido varios los colectivos que ya han reservado la Caseta Municipal para organizar sus veladas, ya que Mariola González recordó la prohibición de cualquier actividad económica sin licencia. Por tanto, las fiestas de carácter privado que se han desarrollado en los últimos años por parte de colectivos como cofradías o corporaciones bíblicas en sus sedes, a excepción de las Cruces de Mayo, así como la ocupación de lugares públicos podrían acarrear algún tipo de sanción para los responsables.

La oferta de ocio del municipio orientada a la celebración de veladas, buñoladas, zambombas, candelas o chocolatadas ha aumentado de un tiempo a esta parte, lo que ha producido cierta saturación en el calendario anual de festejos, sobre todo en la zona centro, y una ocupación de espacios públicos que hacen difícil la conciliación entre el descanso de los vecinos de esas zonas y los que salen a la calle a disfrutar del ambiente.