La cooperativa Merino del Sur surgió en el año 2010 al integrar la producción de 15 ganaderos de ovino de Belalcázar para intentar concentrar la oferta de la zona y conseguir unos mejores precios ante las bajas cotizaciones que se estaban registrando. Desde entonces, la sociedad presidida por Gabriel Rodríguez no ha dejado de crecer hasta convertirse en una de las tres principales cooperativas de primer grado dedicadas al sector del ovino en Andalucía. Hoy, Merino del Sur cuenta con 300 socios de Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura y el pasado año lo cerró con una facturación de unos 9 millones de euros. Pese a que el crecimiento ha sido constante desde su creación (el 2014 prevé unas ventas de 10 millones de euros), existe cierta incertidumbre por la aplicación de la reforma de la Política Agraria Común (PAC). No obstante, Merino del Sur prevé continuar con su plan de concentración de la oferta e incrementar su capacidad productiva.

La cooperativa tiene pensado poner en funcionamiento a finales del próximo año su nuevo centro de tipificación y cebo de corderos en Pozoblanco, que se unirá a las dos explotaciones que tiene en Belalcázar con capacidad para unos 5.000 animales. Esta nueva planta de producción podrá albergar 10.000 cabezas de ganado en las cinco naves de las que dispondrá y contará con un espacio de 7.000 metros cuadrados.

La ganadera cordobesa prevé invertir entre 700.000 y 800.000 euros. Con este nuevo equipamiento, Merino del Sur espera continuar incrementando sus mercados, sobre todo para consolidar su presencia nacional e internacional. Y es que solo el 10% de sus ventas se concentra en Andalucía. De los 124.000 corderos comercializados en el año 2013, el mercado nacional absorbe el 70%, sobre todo Castilla-León, el norte de España y la zona levantina.

Un 20% de sus operaciones tienen como destino la exportación a países de Oriente Medio, fundamentalmente. Con su nuevo centro de tipificación, la cooperativa espera dar un salto importante en los mercados internacionales. Para ello, acentuará la tipificación del cordero según el destino al que se dirige. Así, los animales que se comercializan en España suelen tener un peso inferior a los que se destinan al mercado internacional.