El Ayuntamiento de Pedroche ha hecho público su "rechazo frontal a cualquier propuesta que implique una merma del patrimonio de la Fundación Obra Pía Simón Obejo y Valera", que ha puesto a la venta las fincas Chica del Talaverano, Los Espejuelos y Arroyo Hondillo.

Recientemente se recibió en el Ayuntamiento una comunicación por parte de la citada obra pía informando de que se pretende enajenar estas fincas.

El equipo de gobierno municipal presidido por Santiago Ruiz no ha tardado en reaccionar y se ha puesto en contacto con la Fundación, vía telefónica, para que se le aclare esta nueva merma de patrimonio. También se le ha enviado un escrito solicitando las razones que fundamentan dicho interés en la venta de algunas de las fincas.

El patronato de esta fundación, gestionado por la Junta de Andalucía, tiene plena libertad para gestionar sus bienes, dirigidos a la consecución de aquellos objetivos concretos que, a juicio de aquél y dentro del cumplimiento de sus fines sean los más adecuados y convenientes en cada momento.

Con fecha de 19 de septiembre de 2004, la junta de patronos acuerda prestar un nuevo servicio para los vecinos de Pedroche, que consistió en la creación de un centro de Educación Infantil para alumnos de 0 a 3 años, lo que está en sintonía con la voluntad del fundador; en cuanto que es un servicio que permite a las mujeres pedrocheñas acceder al mercado laboral conciliando la vida familiar. Este objetivo se hizo realidad en el año 2006 con la construcción de la escuela.

La fundación dispone de esta finca urbana, en la que está construida la guardería en la calle Francisco Botello, un terreno valorado en 52.919,00 euros, según se recoge en las certificaciones literales, y una construcción valorada en 399.750,03 euros. Además, posee varias fincas rústicas, concretamente 13 hazas de tierra de olivar, encinar y calma en el término de Pedroche, que en la actualidad están sujetas a contratos de arrendamiento.

El sacerdote Simón Obejo y Valera nació en Pedroche el 21 de abril de 1605 y muere el 26 de octubre de 1656. Legó sus bienes para que con ellos se fundasen algunas capellanías y sobre todo una obra pía en beneficio de las huérfanas pobres que contrajesen matrimonio, fines que se han sustituido en la actualidad por otros de carácter social. A su muerte su legado estaba compuesto por 18 hazas de tierra, 10 parronales, dos casas, un pajar y un horno.