Córdoba ha registrado hasta la semana pasada un total de 11 casos de intoxicaciones toxoalimentarias, los dos últimos de ellos en el mes de agosto, según ha informado la Delegación de Salud de la Junta de Andalucía.

Los datos reflejan un año en torno a la media de intoxicaciones alimentarias que se registran en Córdoba, siempre que esta tendencia no se tuerza en los cuatro meses que quedan del presente año, lo que no es muy previsible ya que, estadísticamente, en Córdoba el 60% de los brotes se producen entre los meses de mayo a agosto y ya se habría pasado lo peor del año. De hecho, el 2011 se está comportando como uno de los años típicos de esta última década, en la que los casos de intoxicaciones masivas se han reducido notablemente.

Así, puede decirse que el 2010 (con 13 casos y 186 personas afectadas en total) y el 2008 fueron años relativamente buenos, mientras que el 2009 y el 2007 fueron mucho más negativos, con 23 y 28 brotes, respectivamente. En todo caso, se aprecia un descenso notable en la media de intoxicaciones toxoalimentarias en Córdoba a lo largo de las últimas tres décadas, resume la Delegación de Salud.

Los motivos de este progresivo descenso de las intoxicaciones alimentarias son diversos, recuerdan en la Delegación de Salud, como la aplicación de una legislación mucho más escricta que hace tres décadas para proteger a los consumidores en la hostelería (en la memoria de todos está, por ejemplo, la prohibición de emplear huevo crudo en restauración), sobre todo en la fabricación de salsas y cremas. A esto hay que sumar una mayor formación profesional e higiénica y el autocontrol del sector, la mejora y fiscalización de las redes de comercialización, factores como la implantación de mecanismos (como el sistema internacional de alerta alimentaria iniciado en 1996 y que está aún hoy perfeccionándose) y, aunque el técnico no lo cita, el propio trabajo de los responsables de la Consejería, todo hay que decirlo.

AÑOS A CONTRACORRIENTE Eso sí, el jefe del departamento responsable, Luis Santiago, recuerda que un dato estadístico no es una profecía y que otros muchos factores pueden dar al traste con esta satisfactoria tendencia en cualquier momento. De hecho, y paradójicamente, el año con menos intoxicaciones toxoalimentarias en Córdoba está muy alejado en el tiempo, ya que fue 1990 con 8 casos, mientras que el que registró más casos en las últimas décadas fue el 2003, con 35 brotes. Por otra parte, 1986 fue un año donde también se registró un buen número de casos, aunque no se batió el récord de brotes. Sin embargo, sí lo hizo con el número de afectados de estas instoxicaciones masivas, que fueron 527 en total, muy lejos de los 186 registrados a lo largo del pasado año en tan solo 13 brotes constatados.