La Cuaresma se inauguró ayer con la peor de las invitadas a un acto cofrade, la lluvia, y con el mejor resultado: un breve respiro del agua que permitió a la hermandad de la Esperanza celebrar su tradicional Vía Crucis por las principales calles de San Andrés y Santa Marina, un rezo que se realizó con total solemnidad sin tener que usar para ello el interior de la parroquia de San Andrés, como se había planteado en caso de haber llovido con fuerza.

También se elevó la tradicional oración del Vía Crucis en la parroquia de San Antonio de Padua, en esta ocasión alrededor de Jesús en la Coronación de Espinas, de la hermandad de la Merced. El Señor cruzó el templo sobre una parihuela exornada con iris morado.

A la par, continuaban los cultos de la Misericordia, en San Pedro; el Huerto, en San Francisco; el Santo Sepulcro, en la Compañía; la Santa Faz en la Trinidad, o la Soledad, en Santiago, dándole brillantez a la liturgia de este Miércoles de ceniza.

Por su parte, en San Lorenzo, las hermandades con sede en el templo, junto a los grupos parroquiales, asistieron a la apertura de la Puerta Santa del popular templo con motivo del Año Jubilar de la Misericordia. El Miércoles de Ceniza fue también el elegido por la Trinidad para inaugurar una exposición sobre pequeña imaginería y altares domésticos, una muestra que estará abierta toda la Cuaresma.

Asimismo, la Asociación Modelística Histórica de Córdoba abrió su segundo encuentro de modelismo cofrade. La cita fue en la Fundación Miguel Castillejo, lugar donde se desarrollarán distintas actividades, entre ellas una conferencia sobre el mundo de la trabajadera, que tendrá lugar hoy a las 18.45 horas, o un taller de vestidura de imágenes y exornos florales a cargo de Rafael Gata, previsto para mañana viernes a las 18.45 horas.

Arranca así una Cuaresma que tendrá su primer acto multitudinario el próximo sábado, a las 18.30 horas, en la Catedral con el Vía Crucis de las cofradías cordobesas, en esta ocasión, presidido por la imagen del Cristo de la Misericordia.