El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, proclamó ayer que los socialistas están "de nuevo en pie y en marcha para cambiar España una vez más" y aseguró que hoy es un "mal día" para los que quieren que su partido esté "débil", porque salen de su congreso más fuertes y unidos. "Hoy es un mal día para la derecha española, para los que quieren imponernos su moral y erosionar el Estado del bienestar, para los de los sobres llenos y las conciencias vacías, para los tramposos que se envuelven en banderas de España pero se llevan el dinero a paraísos fiscales", dijo en la clausura del congreso federal extraordinario que le ratificó en el cargo.

En una intervención de aproximadamente una hora, Sánchez hizo hincapié en que su reto es ganar las próximas elecciones --"lo hemos hecho dos veces y estamos en marcha para hacerlo una tercera", dijo--- con un proyecto "alternativo" al PP y dirigido a una "clase media y trabajadora que se siente desamparada" en un país "hastiado, indignado y herido".

A modo de discurso de candidato a la presidencia del Gobierno, Sánchez defendió que hay que emprender una "segunda transición económica, en defensa de la clase media y trabajadora", y llamó a poner en pie para ello una "alternativa económica socialista", que impulse el desarrollo y que garantice el Estado del bienestar. Como secretario general insistió en la "humildad" con la que asume el cargo, se comprometió a ser el líder "de todos" los socialistas y les llamó a "abandonar de una vez por todas los complejos" y a decir "alto y claro" que "en este país todo lo bueno ha venido siempre de los gobiernos del PSOE".

COMPROMISOS Renovó su compromiso de que lo primero que haga cuando gobierne sea derogar la reforma laboral, defendió una España donde no haya "generaciones perdidas ni olvidadas" y abogó por defender el intereses general frente a los "muchos lobis que en este país influyen en las decisiones políticas".

También subrayó que su respuesta a la propuesta de Rajoy de ir a la elección directa de alcaldes es un "claro y rotundo no" y aconsejó al presidente que "si de verdad quiere regenerar la democracia coja la escoba y empiece a limpiar su casa y asuma responsabilidades por la red Gürtel, aunque sea en diferido".

Sobre Cataluña, insistió en que la vía federalista es la "única" posible, porque es la que "garantiza la unión de los pueblos de España. Como broche de este capítulo, en la frase más redonda de su discurso, salió un ataque al expresidente catalán Jordi Pujol, quien el pasado viernes reconoció que durante 30 años había ocultado la herencia de su padre en el extranjero. "¡Qué hipócrita el patriotismo de quien cuando tiene que elegir entre patria o patrimonio, elige patrimonio y se lo lleva al paraíso fiscal de al lado!", exclamó.

Tras defender que el PSOE es un partido laico, pero no anticlerical, aseveró que propondrá derogar los acuerdos con la Santa Sede, momento en el que ha recibido la mayor ovación del plenario.

Para su "proyecto de mayorías", Sánchez propuso "salir al encuentro de los indignados y de todos los votantes que se alejaron" del PSOE y prefirieron votar a otros partidos". Dijo que espera "seducir" también con su proyecto a los "abstencionistas hastiados de la política", a los que se "sienten engañados" por el PP y a "todos los españoles que quieren cambiar las cosas, sin populismos ni demagogias".

NUEVA EJECUTIVA Pedro Sánchez ya tiene un equipo de trabajo, con el que hoy mantendrá su primera reunión en Ferraz, una ejecutiva en la que hay más mujeres que hombres y que ayer fue respaldada por el 86,19% de los delegados del congreso. Son seis puntos más de lo que obtuvo Rubalcaba en el anterior cónclave, celebrado en Sevilla en 2012, que fue del 80,42% en un momento de gran división del PSOE, pero un aval inferior al logrado por Zapatero en sus tres mandatos (90,2% en el 2000, del 96,10% en el 2004, y del 98,92% en 2008).

Pese a que en el entorno del nuevo secretario general se insiste en que ha habido integración en los órganos de dirección, desde círculos de sus dos adversarios en la consulta a las bases del pasado día 13, Eduardo Madina y Pérez Tapias, se quejan de haber sido excluidos. Del total de delegados asistentes al congreso extraordinario (1.019), han votado 990, de los que 849 (el 86,19%) han apoyado la dirección encabezada por Sánchez, mientras que ha habido 136 en blanco y 5 nulos. Madina no quiso hacer declaraciones y Tapias aseguró que será "leal".